La necesidad de empleo no va por barrios, es general, pero unas zonas urbanas están más castigadas que otras por el paro y la desocupación. El Concello, a través de la memoria del proyecto Coruña Suma para fomentar la inserción sociolaboral de personas en situación o riesgo de exclusión social, subraya en la ciudad ocho barrios que agrupa en tres zonas que considera "vulnerables", y en los que intervendrá el programa durante tres años, hasta 2021, con el propósito de formar a casi 1.500 desempleados, el 60% mujeres y el 40% hombres. Os Rosales, Labañou y Agra do Orzán forman un área; Sagrada Familia y Os Mallos otra; y Segunda Fase de Elviña, Monelos y Barrio de las Flores la otra.

Estos ocho barrios se ubican en cuatro de los diez distritos de A Coruña (4, 5, 6 y 7, entre los que suman casi 145.000 vecinos según los datos del IGE de 2017), por lo que las estadísticas oficiales no permiten conocer con precisión el alcance que tiene el desempleo en cada uno, al compartir distrito con otras áreas urbanas próximas. Son en general barrios con alta densidad de población y bajo o medio nivel adquisitivo, con residentes en edad laboral con formación más limitada que los de otras partes de la ciudad: los llamados barrios obreros o humildes, todos alrededor de la ronda de Outeiro.

Coruña Suma, que costará 5,6 millones de euros, de los que la Unión Europea aportará 4,4, el 80%, señala estas zonas como "más desfavorecidas", detecta en ellas "necesidades específicas derivadas de los colectivos con importantes desventajas sociolaborales" y sitúa mayor presencia de perceptores de ayudas como la renta social municipal o la renta de integración social de Galicia (Risga) y población inmigrante y de etnia gitana. "El programa es un desafío que exigirá mucho esfuerzo, que da valor a la red Coruña Emprega y a todas las entidades que trabajan en el pacto social por el empleo", avanza el concejal de Economía Social e Emprego, Alberto Lema.

Los cuatro distritos coruñeses en los que se ubican los barrios más vulnerables y con más paro apuntados por Coruña Suma están entre los cinco con mayor población, pero también entre los cinco con menor cifra de afiliados a la Seguridad Social entre 16 y 64 años. El Agra, en el distrito 6, tiene el porcentaje de afiliados extranjeros más alto entre los diez, del 6,83%, seguido por el distrito 4, que contiene Os Mallos y Sagrada Familia, del 5,54%. "Estas zonas tienen más riesgo de exclusión social y a la vez dificultades de inclusión por distintos factores sociales y demográficos", concluye Demetrio Vázquez, exsecretario comarcal del sindicato Comisiones Obreras.

El predominio de familias monoparentales, un alto porcentaje de población envejecida, la salida de los jóvenes del barrio o de la ciudad -pero también la fuerte vinculación a una comunidad enraizada en el lugar-, una formación académica limitada o absentismo escolar, niveles culturales bajos, alquileres baratos o el aumento de residentes que proceden de otros países son algunos de los rasgos que retratan las zonas de A Coruña donde los vecinos demandan más empleo, según indican representantes sindicales y el propio Concello. "Tener un nivel formativo inferior no es una causa de que la tasa de desempleo sea mayor, pero sí una consecuencia de la falta de oportunidades para acceder a niveles superiores debido a la dudosa efectividad de las políticas públicas de empleo", matiza Alberto Lema.

La ciudad, de acuerdo con los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE), tenía en el tercer trimestre del año pasado una tasa de paro del 12,1%, la tercera más baja entre las ciudades de Galicia por detrás de Lugo y Santiago, si bien su reducción con respecto a 2015, del 21,9%, es la segunda menor, solo por delante de la de Ourense, del 17,1%. De los casi 145.000 residentes que hay en los distritos 4, 5, 6 y 7, el 65%, 95.324, estaban al acabar 2017 afiliados a la Seguridad Social en alta laboral, algo más de 50.000 mujeres.

"La caída del poder adquisitivo se nota más en estos barrios que en otros y el sector servicios, con muchos contratos precarios, no es suficiente para absorber el desempleo de la ciudad", advierte el secretario comarcal de UGT, José Carrillo, que apuesta por formación "en sectores concretos y el fomento de prácticas en la industria y en la construcción". "Los programas de empleo están bien, pero seguiremos mal mientras no haya políticas económicas que ayuden a quienes tienen menos recursos y posibilidades, como por ejemplo no subir los alquileres", alerta también Vázquez.

"El envejecimiento de los residentes y las dificultades para encontrar empleo que tiene la población migrante en zonas de clase trabajadora son circunstancias inherentes a estos barrios, muy poblados y con vecinos que tradicionalmente vienen de fuera, aunque cada uno tiene también sus particularidades", opina Xabier Filgueira, secretario comarcal del sindicato CIG, defensor de la implantación de un plan industrial para A Coruña y su área metropolitana que "facilite la reactivación de la economía".

Coruña Suma se incorpora ahora al conjunto de iniciativas de integración laboral -el Concello lo pondrá en marcha a la mayor brevedad posible- con el objetivo puesto en la creación de empleo estable y de calidad para quienes más obstáculos se encuentran hoy para asentarse en el mercado laboral: desempleados de larga duración, jóvenes menores de 30 años no atendidos por el Programa Operativo de Empleo Juvenil (POEJ), mayores de 55 años, personas con discapacidad, inmigrantes y minorías étnicas o comunidades marginadas.

Los casi 1.500 beneficiarios participarán en 96 itinerarios integrados de inserción, 30 de ellos en el sector de servicios de atención a personas dependientes, infancia, sanitarios y servicios sociales de interés general, y el resto en el comercio, la hostelería o la industria alimentaria, entre otros ramos. El programa incluye acciones de activación para el empleo o coachings laborales, algo parecido a prácticas con las que reforzar las habilidades sociales de los participantes y sobre todo la motivación. "Es fundamental para parados de larga duración y personas de más de 45 años que la parte anímica y emocional se fortalezca, que no se desmotiven por su situación", señala el concejal de Emprego.