La Guerra Civil, la creación de un modesto equipo de fútbol, abusos policiales y la integración de jóvenes conflictivos en la sociedad son los temas que ha tratado Vicente Bellón en sus cuatro novelas, obras apoyadas en historias verídicas a las que aplica el barniz de la ficción. La última, Guerreros de la calle (Ediciones Carena), se inspira en la Ilíada de Homero y se detiene en el paso de la adolescencia a la mayoría de edad de esos chicos a los que la vida no ha ofrecido su mejor cara y a menudo se han visto atrapados por la delincuencia. El letrado madrileño especializado en menores, asentado en A Coruña desde hace más de cuatro décadas, presenta esta tarde el libro en la sede del Colegio de Abogados.

- ¿Qué hay más en su última novela: ficción o realidad?

-Cuento una ficción basada en casos reales que conozco de chavales que cometieron equivocaciones y tuvieron que mejorar sus comportamientos. Unos salieron adelante con la ayuda de centros de menores y servicios de instituciones como la Xunta, y otros no. Invento cosas y cambio nombres para que nadie se pueda sentir aludido.

- ¿Por qué la Ilíada como base?

-Es un libro que debería leerse, los jóvenes tendrían que conocerlo. Pero hoy se ha abandonado el tema humanístico y la literatura. Para mí tiene importancia porque trata de temas como la lucha por la libertad del ser humano o el libre albedrío. El pasado es una rueda de molino que siempre vuelve, y eso no lo tenemos presente ni mayores ni jóvenes. Se cometen las mismas barbaridades de hace siglos. La historia debe ser una asignatura muy presente en los jóvenes, a quienes no se les tiene que enseñar lecturas complejas que no entenderán.

- ¿Qué pueden aportar hoy a la educación la literatura clásica y la antigüedad?

-Pensar y discurrir. Yo digo que los humanos serán más libres cuanto más piensen y discurran y no se dejen llevar por unos y por otros, algo que muchas veces es inevitable. La literatura es siempre un amigo. De los libros se puede aprender mucho en momentos de soledad.

- ¿Cómo de personal es Guerreros de la calle ?

-Mi vinculación con asuntos de menores me ha permitido aportar un punto de vista propio con el que creo que, si este libro llega a manos de un joven, podrá comprenderlo bien y serle útil en su futuro. Con su lectura, un adulto puede pensar y discurrir mucho con un joven, y viceversa. Porque de lo que mayor falta tenemos hoy es de diálogo entre mayores y jóvenes. El libro cuenta cosas que les ocurren a los jóvenes y que ya aparecían en la Ilíada: guerras, rivalidades, discusiones que se pueden evitar, odio y venganza que no traen sino más odio y más venganza.

- ¿La calle es una guerra para los jóvenes que salen al mundo con 18 años tras haberlo pasado mal y haber sufrido casos como en los que se inspira el libro?

-Siempre hay lucha, en la calle, en los barrios. En todos los lugares el hombre es territorial, y es agresivo y violento, está en sus genes, aunque hay que saber enfocar ese carácter. Hay que prestar ayuda a estos chicos que han pasado por episodios de delincuencia, y a ello se dedican jueces de menores, entidades y centros que trabajan con adultos y menores y que ayudan a buscar trabajo. Es una labor admirable que debe conocerse más porque trabajan de forma femonenal.

- ¿Qué riesgos se encuentran estos chicos al cumplir la mayoría de edad tras haber pasado por instituciones de apoyo?

-Primero salen con miedo a enfrentarse a la realidad del mundo. También con la ilusión de hacer las cosas bien. Pero la sociedad no tiene medios suficientes para ayudarlos en determinado momento. Porque no hay trabajo, o el entorno familiar no es el adecuado. Muchos salen adelante, trabajan, progresan. Otros vuelven a las andadas, que es más fácil cuando no se tiene nada, ni dinero ni trabajo para subsistir ni apoyo familiar. Entonces se cae en el desánimo.

- ¿Quién tiene que estar en la primera línea de ayuda para la integración de estos jóvenes?

-Esos centros de inclusión y los servicios de la Xunta u otras administraciones que facilitan el camino para encontrar trabajo o un piso.

- Usted es abogado con muchos años de experiencia y autor de cuatro novelas. ¿Qué le aporta la literatura o la escritura?

-Cada libro es como un hijo. Con ellos cuento mi propia experiencia a lo largo de la vida. O la de mis padres, como hice en Falsos dementes y sus vivencias en la Guerra Civil. Lo que no pudieron contar ellos lo conté yo.