La mujer acusada de contratar a tres hombres para matar a su marido ha alegado que solo quería "darle un susto" para que le "dejase de pegar", puesto que, según relató, el hombre la maltrata a ella y a su familia. "Solo se habló de asustar. Yo no quería matarlo, solo amedrentarlo para que me dejara de maltratar", declaró en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de A Coruña, donde la mujer tiene que responder por un delito de asesinato en grado de tentativa y otro de denuncia falsa.

La Fiscalía pide 14 años de cárcel para la mujer. También solicita doce años de prisión para los presuntos encargados de acabar con la vida de la víctima, quienes por "causas que se desconocen", según el fiscal, no llegaron a perpetrar el crimen. Precisamente, en sala, los acusados, dos de ellos hermanos, negaron su participación en los hechos. Uno de ellos reconoció haber mantenido una relación sentimental con la mujer, pero niega cualquier participación en los hechos. "Me dijo que quería darle un susto a su marido pero yo me negué", dijo uno de los acusados. Una tesis que mantuvo su hermano, quien señaló que el dinero que recibió de la mujer, unos 800 euros, fue porque ella lo ayudaba a cambio de mantener conversaciones telefónicas para "escucharla y animarla". La acusada reconoció haber realizado dos entregas, de 3.000 y 7.000 euros, a una persona para que le "diese un susto" a su marido.

También aseguró que, según sostiene el Fiscal, en una ocasión le puso unas gotas en el café de su marido para adormecerlo y después trasladarlo al lugar donde quedara con los presuntos sicarios. La mujer acusó a los hombres presuntamente contratados de "extorsión", puesto que señala que la amenazaban a cambio de contar lo ocurrido. Los hechos, de acuerdo con el escrito del Ministerio Público, se remontan al 6 de noviembre de 2014 cuando la mujer se personó ante el equipo de la Policía Judicial de Noia para interponer una denuncia por haber sido obligada, según su testimonio, a entregar diferentes cantidades de dinero, hasta un máximo de 45.000 euros. En realidad, la procesada, en marzo de 2014, decidió buscar a una persona que estuviera dispuesta a terminar con la vida de su esposo. Finalmente, contactó con los tres acusados.