Alessandro Scarlatti es un grande entre los grandes. Tal como manifestó López Banzo en unas palabras al final del concierto, fue prácticamente desconocido en España hasta hace apenas unos años, aunque no en Europa: su genio fue admirado, sobre todo en Inglaterra. Hoy en día ya es casi habitual en los programas y hay que agradecer a López Banzo y a su grupo que lo interpreten con cierta frecuencia. Fue en esta ocasión la serenata Perchè tacete?, H 551, compuesta en torno a 1700 que si no es una de sus obras mayores (el género serenata es tan sólo una opera breve y carente de representación), contiene momentos de radiante belleza y altísima calidad compositiva. Por ejemplo, las arias, Dormi, ma sappi almen y Deh pensieri. Esta última, que cierra la obra, fue ofrecida como bis, para corresponder al entusiasmo del público. De Corelli se interpretaron las sonatas 1 y 2, de su opus 4, dos magníficos ejemplos del talento de este otro gran compositor italiano que fue amigo de Scarlatti y de Haendel cuando uno y otro vivieron en Roma. Y tampoco desmerecieron las obras de Bononcini: dos sonatas para violonchelo y la cantata Siedi Amarilli mia. Una vez más Al Ayre Español mostró la altísima calidad de sus integrantes, En esta ocasión, fue solista el contratenor japonés Nakajima, un cantante de voz singular, con una extraordinaria calidad tímbrica y un arte del canto admirable, bien patente en el impecable fraseo que permite escuchar los textos con nitidez, y en la intensa expresión con que tradujo las llamados affetti, los diferentes sentimientos que contiene la música barroca.