La sección primera de la Audiencia Provincial desestimó el recurso de una mujer condenada por abofetear y escupir a un agente de la Policía Local el mes de abril de 2017 cuando la sorprendieron intentando robar en un coche estacionado en la calle Orillamar. La sentencia del juzgado de lo Penal número 1 la penaba a seis meses de prisión por un delito de atentado y a una multa de casi 2.000 euros, 45 de ellos por un delito de hurto en grado de tentativa, 280 por la curación del funcionario y otros 1.500 euros por daños morales al mismo agente.

Y es que, al margen del daño físico al resistirse la mujer a ser detenida, el policía sufrió, según la Audiencia, "preocupación, intranquilidad y desazón" porque sabía que la condenada sufría una enfermedad contagiosa y, además, ella le dijo: "Ojalá te lo haya pegado" tras escupirle. El hombre tuvo que realizar, según el dictamen, tres pruebas para determinar que no tenía la dolencia.

La abogada de la mujer denunciaba en el recurso la existencia de "cierta desocupación o insuficiencia" de pruebas incriminatorias pero los magistrados consideran que el delito de atentado queda probado y que la multa es "equitativa y proporcionada".