La empresa propietaria del edificio 132 de la avenida de Oza, conocido como la casa modernista, ultima los trabajos de pintado de la fachada. El inmueble fue declarado en ruinas en 2012 y el Concello ordenó su rehabilitación, pero al no haberse llevado a cabo, en 2018 impuso una multa de 2.400 euros a la propietaria, que colocó un andamio y una red en la zona frontal para impedir desprendimientos.

En los últimos meses se realizaron trabajos de consolidación de la estructura en el interior y ahora se procede a la restauración de la fachada.