Seis años después de la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana, la inmensa mayoría de las 25.000 viviendas cuya construcción autorizaba hasta el año 2025 no se ha realizado y sobre muchas de ellas no existe ni siquiera perspectiva de que se pongan en marcha de forma inmediata. Para justificar la necesidad de este volumen de viviendas, el documento urbanístico calculaba que el municipio crecería en 64.000 habitantes entre 2013 y 2025, de forma que llegaría a los 310.126, aunque los datos del pasado 1 de enero reflejan que la población era 244.850 personas, 1.073 menos que hace seis años.

A pesar de la pérdida de población y la paralización del sector inmobiliario que causó la crisis económica, algunos de los grandes proyectos que habían comenzado a gestarse antes de la recesión. Otros, sin embargo, permanecen estancados a la espera de que los propietarios reactiven su tramitación, aunque los efectos de la crisis se dejan notar aún en que algunas de las parcelas pertenecen a empresas ya desaparecidas y que los bancos que eran sus acreedores tratan de deshacerse de esos terrenos. El largo tiempo necesario para la tramitación administrativa de los polígonos urbanísticos, sumado a los problemas anteriores, hará imposible que en 2025 se hayan promovido las 25.000 viviendas planteadas en el plan general.

A lo largo de las siguientes líneas se efectúa un repaso del estado de la gestión de los principales polígonos incluidos en el documento urbanístico de 2013.

►Penamoa. El plan general concede una edificabilidad residencial a este polígono de 516.840 metros cuadrados, lo que permitiría levantar miles de viviendas en este sector, comprendido entre la refinería y O Ventorrillo. Pero el número y las características de los pisos que se construyan estará fuertemente condicionado por la inclusión de estos terrenos en el área de afección de la refinería, que limita de forma sustancial las edificaciones ante el riesgo que supone la actividad del complejo industrial. Hasta que no se elabore la planificación urbanística del polígono y se introduzcan en la misma esos condicionantes, no se sabrá cuántas viviendas podrán construirse allí.

►San Pedro de Visma. Hace dos décadas que comenzó a tramitarse esta actuación, en cuyos 397.555 metros cuadrados de edificabilidad pueden construirse 3.500 viviendas. La Consellería de Medio Ambiente autorizó en 2017 el proyecto de urbanización, pero antes de ponerlo en marcha era necesario también el visto bueno del Concello y el Gobierno local de Marea Atlántica manifestó su disconformidad con el volumen edificable que se concedió a esta área y trató de reducirlo a través de la Lei do Solo, la protección de restos arqueológicos y las restricciones impuestos por su inclusión en la zona de afección de la refinería. Ahora será el PSOE el responsable de decidir si le da vía libre o apuesta por introducir modificaciones en su ordenación.

►O Portiño. Antes del inicio de la crisis iba a ser una de las iniciativas inmobiliarias estelares en la ciudad, con una superficie edificable de 342.024 metros cuadrados que permitiría levantar más de 3.000 pisos, a los que se uniría una urbanización de chalés. Los promotores presentaron el proyecto en 2005 y el Gobierno local socialista aprobó en 2008 el plan parcial de forma inicial con una edificabilidad aún mayor, pero la crisis económica paralizó la actuación. Eso hizo que la Lei de Ordenación do Litoral entrase en vigor y que el polígono se incluyese en el plan general de 2013 con una edificabilidad menor. A finales de 2018 los promotores volvieron a retomar el plan, cuya tramitación todavía tiene que dar bastantes pasos antes de que comiencen las obras.

►Muelles. Los acuerdos de 2004 para financiar el puerto exterior fijaron en 377.057 metros cuadrados la edificabilidad del muelle y la estación de San Diego, lo que haría posible construir 4.500 viviendas en esos terrenos. Marea Atlántica, BNG y PSOE defienden la revisión de los convenios y que se condone al Puerto la deuda contraída por las obras de punta Langosteira. Pero la Autoridad Portuaria y la Xunta, junto con el Gobierno central del PP, firmaron en 2018 un pacto por el que la administración autonómica se comprometía a adquirir el 51% de los muelles de Calvo Sotelo y la Batería —en los que ya no se podía levantar viviendas— así como a mantener la previsión de edificar en San Diego a partir de 2027, sin aclarar con qué alcance. El pacto de gobernabilidad suscrito por PSOE y Marea mantiene el compromiso por la dedicación de los terrenos portuarios a usos no inmobiliarios. La última palabra sobre su destino la tendrá Fomento.

►As Percebeiras. En 2002 se presentó el primer proyecto para este polígono, con dos torres de 47 y 35 plantas que suscitaron un fuerte rechazo. En 2008 se hizo una nueva propuesta cuyo contenido no llegó a desvelarse, mientras que el plan general de 2013 abrió la puerta a incrementar las ocho alturas que se permitían hasta entonces si se justifica de forma adecuada. En 2016 los promotores volvieron a la carga con un proyecto para este sector, con 50.000 metros cuadrados de edificabilidad, en el que preveían construir 403 viviendas con edificios de hasta 16 plantas. Xunta y Concello rechazaron la propuesta al considerar excesivas las alturas y a finales de 2018 se reactivó el plan tras la negociación de los empresarios con el Gobierno local de Marea.

►Parque Ofimático. El mayor ejemplo en A Coruña de la complejidad que supone el desarrollo de un proyecto inmobiliario es el de este polígono, diseñado en 1990 y en el que tan solo existen aún las viviendas promovidas por cooperativistas. Los 358.647 metros cuadrados edificables permiten construir 1.481 pisos, pero para que puedan ponerse en marcha nuevas promociones, debe concluirse la ordenación urbanística, ya que tras la sentencia que anuló la adjudicación de las obras de urbanización se inició un proceso de revisión del proyecto inicial que aún no está concluido.

►Parque de Oza. La edificabilidad del polígono es de 136.704 metros cuadrados, pero el estudio de detalle realizado por los promotores admite que solo pueden aprovecharse 107.408. El plan general permite construir en esta zona 18 edificios, seis de ellos de once plantas. Cuando durante el Gobierno local del PP los promotores presentaron el proyecto de compensación, la federación vecinal coruñesa y los partidos de la oposición presentaron un recurso en su contra al comprobar que no incluía el pago de las obras realizadas por el Concello para abrir varias calles, ya que debían haber sido costeadas por los propietarios de los terrenos. Marea Atlántica decidió luego rechazar el proyecto durante su mandato y los promotores plantearon entonces un recurso ante los tribunales.

►Fariña Ferreño. Inició su tramitación en 2008, pero la crisis lo mantuvo en suspenso hasta 2016, cuando se presentó un proyecto de urbanización con doce edificios y una comunicación directa entre O Castrillón y la avenida de A Pasaxe en Casablanca. Pero la entidad vecinal del barrio planteó objeciones y el Concello todavía tramita esta iniciativa, sobre la que pesa además la existencia de parcelas que pertenecían a promotoras ya desaparecidas y que están pendientes de subasta.

►Monte Mero. Situado entre Eirís y la fábrica de armas, este polígono de 425.820 metros cuadrados edificables disfruta de una ubicación privilegiada por su proximidad a los principales acceso a la ciudad. Si se instalan en la antigua factoría el parque tecnológico bautizado como la Ciudad de las TIC o el nuevo Hospital Universitario, los terrenos se harán aún más atractivos, pero el proceso urbanístico para construir en ellos no se ha puesto en marcha.

►Parque del Agra. Solo tiene 39.335 metros cuadrados edificables, pero su ubicación en la zona con mayor densidad de población hace que los vecinos reclamen que se convierta en zona verde y que se permuten esos terrenos por otros municipales o que se indemnice a los afectados. El Concello inició en el pasado mandato una modificación del plan general para excluir 2.846 metros cuadrados de espacio libre por una sentencia y la zona del Camiño do Pinar.