Tras casi 30 años en la actividad comercial y siete en la secretaría de la Asociación de Comerciantes Castrillón, Eirís, Monelos (Acocem), Estrella Pérez accede a la presidencia de este colectivo, a la que renuncia por motivos personales su fundadora, Mariló Fernández Vilas.

Son unos 120 negocios asociados. ¿Necesitan agrupar más?

Creo que el porcentaje es bajo. Es cierto que hemos estado algún tiempo sin visitar a los comercios por motivos administrativos. Ahora hemos vuelto a esas visitas y de hecho esta semana conseguimos cinco socios nuevos.

¿Hay suficiente actividad comercial en los tres barrios?

Hay bastante comercio, pero hay muchísimos cerrados, con mucha jubilación sin continuidad, lo que obliga al cierre. Desde el punto de vista comercial, la zona está algo abandonada.

¿Se diferencia su comercio tradicional del de otros barrios como el Agra u Os Mallos?

Todos somos muy parecidos. Ahora en nuestras zonas estamos con ilusión, más animados que hace un tiempo. Hay gente joven en buena parte de los comercios, que lleva poco tiempo y propone actividades nuevas y servicios que no dan otro tipo de negocios.

¿Qué comercios han cerrado y cuáles han abierto?

Cierran tiendas de ropa y bares que cambian de propietario. Este año se jubilan los dueños de una mercería y una perfumería que llevan toda la vida abiertos. Han abierto academias de estudio y para niños y hostelería.

¿Hosteleros tradicionales o innovadores?

Parte y parte. A unos les gusta lo nuevo, a otros no les saques de la tradición, que creen que lo nuevo no va con ellos, hasta que ven que lo nuevo sale bien y entonces se apuntan.

¿Por qué al comercio de barrio le cuesta adaptarse a los nuevos recursos tecnológicos ?

Es cierto que nos cuesta, pero también es cierto que no tenemos las suficientes herramientas. Hay que empezar por la base, que es enseñar a usar esos recursos tecnológicos que se desconocen. Las administraciones ofrecen cosas, pero no nos escuchan ni preguntan lo que necesitamos, y en algunas campañas que se hicieron no estábamos de acuerdo.

¿Qué demandas piden?

Hay que solucionar los problemas de aparcamiento, que son difíciles. Ser un poco flexibles y poner más carga y descarga. Hay que dar muchas vueltas para dejar el coche e ir a comprar algo, incluso dejarlo mal aparcado un momento. Serían buenas zonas de aparcamiento limitado, unos quince minutos como máximo, o asesoramiento en escaparatismo.

¿Cómo es su relación con la Federación de Comercio y con el Ayuntamiento?

Con la FUCC siempre ha sido estupenda. No me gusta hablar del pasado, pero el anterior Gobierno local no nos recibía ni escuchaba. Ahora con el nuevo hemos empezado bien, con recepción y con el proyecto inmediato de poder recuperar el Día de la Familia el 7 y el 8 de septiembre, aunque vamos un poco justos de tiempo. Ello supondrá fomentar el comercio esos dos días con puestos en el parque e Eirís. Es algo que nos han pedido mucho los vecinos.