La licitación de obra pública, la adjudicación de trabajos según una mejor relación calidad-precio y la agilización de trámites para la obtención de licencias urbanísticas fueron las principales demandas que la Asociación Provincial de Constructores de A Coruña (Apecco) transmitió ayer a la alcaldesa, Inés Rey, y al concejal de Urbanismo e Infraestructuras, Juan Díaz Villoslada. Diego Vázquez Reino, presidente del colectivo de constructores, manifestó su deseo por que se superen "problemáticas del anterior mandato" y se "mejoren las condiciones para que la ciudad recupere su impulso inversor". En este contexto defendió que el rigor en el proceso tramitador de permisos no obstaculice la actividad inversora de su sector.

"La tramitación de licencias es uno de los temas que más demandamos. He pedido varias veces que el exceso de celo no menoscabe la oportunidad para abrir nuevos negocios e invertir en la ciudad. Hay que ser garantista con todos los procedimientos. La ley es muy clara, pero hay que ser ágil y poner los medios necesarios, y creemos que esto mejorará", expresó Vázquez antes de la reunión con Rey y Villoslada.

La alcaldesa coincidió con los constructores en la necesidad de proporcionar ese impulso a la ciudad "para que vuelva a ser el motor económico de Galicia" y abogó por que "la legalidad no esté reñida con la agilidad administrativa y la dinamización económica de A Coruña". Ese empujón pasa, añadió, por la diligencia en la ejecución del presupuesto y de las inversiones "con totales garantías para la administración y el resto de sectores".

Villoslada apuntó al respecto que en la concejalía que dirige se están reforzando los equipos de trabajo "para agilizar una gestión de licencias, tanto de grandes como de pequeñas obras, que se encuentran en un estado de atraso, que no colapso". El edil aseguró que el área de Planeamiento también está "mejorando su capacidad" para llevar a cabo muchas modificaciones urbanísticas "que tienen que salir adelante".

Vázquez Reino, que acudió al encuentro institucional con su nueva junta directiva, evitó profundizar en los "problemas" a los que aludió atribuibles al anterior equipo de Gobierno y apeló al "potencial y capacidad de mejora" que tiene la ciudad. Hace seis meses destacó en un acto público que el Ayuntamiento había adjudicado en el año anterior 35 obras por 7,4 millones de euros, lo que supuso un ahorro del presupuesto de licitación del 30,21%, que calificó como "la segunda peor marca" de los últimos seis años. En 2017, con el presupuesto aprobado a comienzos de año, se contrataron 37 obras por 14,4 millones de euros; los números se elevaron entonces por las adjudicaciones de la reforma de la cubierta de Riazor (se licitó por 8,2 millones y se contrató por 7,2) y la urbanización del ofimático (licitada por 4,3 millones y se adjudicó por 2,5).

Rey y Villoslada apostaron por incrementar la inversión pública en grandes infraestructuras para la ciudad, sin olvidar "la capacidad de la iniciativa privada" por promover desarrollos urbanísticos "dentro del plan general con todas las garantías". El concejal de Urbanismo defendió que los presupuestos municipales deben tener una "capacidad de inversión importante", aunque recalcó que las administraciones gallega y estatal "deben comprometerse" para hacer avanzar importantes infraestructuras como la estación intermodal y la reforma de Alfonso Molina. Fomento y Adif ultiman por su cuenta, añadió, su implicación en estos proyectos.