"Cómo se llevó el proceso del pazo de Meirás debe ser espejo para la Casa Cornide". Así de contundente se muestra el historiador Carlos Babío tras la moción aprobada en el pleno del jueves para recuperar el edificio de la Ciudad Vieja que pertenece a la familia del dictador Francisco Franco. Según el escritor, que desarrolló una investigación durante dos décadas del pazo sadense que originó la reclamación que ha llegado a los tribunales, el Concello debería iniciar vías "paralelas" para conseguir el apoyo "unánime" de la sociedad, un "relato histórico" completo sobre cómo llegó la vivienda a manos de los Franco, y una "estrategia" judicial clara para poder acudir a los tribunales y conseguir que la casa sea patrimonio público.

Babío apunta a que en el caso de la Casa Cornide "hace falta más investigación" y que, en el caso de Meirás, la situación era "más compleja". También apunta que fue el Gobierno central el que tramita a día de hoy la demanda judicial pero que en el edificio coruñés está implicado el Ejecutivo estatal y el Concello. "Hay actuación del Estado porque enajena el bien y lo permuta al Concello, que es el que lo subasta. Hay una connivencia entre ambos", relata el historiador, que propone que haya una "coordinación" entre ambas instituciones para poder llevar a la familia del dictador ante los tribunales.

En términos generales, la creación de la un órgano como la Junta Pro Devolución del Pazo de Meirás, que tenga representación social, el apoyo de las instituciones y asesoría jurídica suponen partes fundamentales de la "experiencia" que debería, dice, reproducirse en la Casa Cornide para que la lucha tenga éxito. Sobre todo, recuerda que, hace décadas, no existía un sentimiento social generalizado de que el inmueble les perteneciera y que el proceso, a lo largo de los años, lo consiguió. "El proceso no puede ser independiente de la sociedad", advierte.

Fuentes del Concello explicaron ayer que se convocará la Comisión da Memoria Histórica en próximas fechas para que los grupos políticos, junto a la asesoría jurídica municipal, articulen el procedimiento ante los tribunales, pero ratifican que se cumplirá la moción presentada por el BNG y que la reclamación por vía judicial se llevará a cabo para recuperar el edificio.

Tras la permuta de la propiedad de la casa del Estado al Concello, el Ayuntamiento lo sacó a subasta en 1962. Fue el banquero Barrié de la Maza el que se lo quedó y se lo regaló a la mujer de Franco. Una carta del secretario personal del caudillo muestra el deseo de esta de contar con una vivienda en la ciudad para evitar las molestias de abrir el pazo de Meirás para estancias cortas. A posteriori, la administración local se hizo cargo de gastos de obras del inmueble cuando ya no era de su propiedad.