El centro de baja exigencia para que personas sin hogar puedan pasar la noche dejó de funcionar ayer. Esta tarde no abrirá ya sus puertas para que un máximo de quince personas puedan pernoctar en él. La Concejalía de Servicios Sociales ha tenido que tomar esta decisión después de que la Xunta le advirtiese de que los espacios utilizados no cumplían con la normativa y que no podría obtener licencia de funcionamiento en ese emplazamiento. El Concello fue sancionado por ese incumplimiento.

La concejal de Servicios Sociales, Yoya Neira, ha explicado a este diario que, para evitar que los usuarios que acudían cada día al centro Abeiro no se encuentren desprotegidos, han pactado con Accem y con Padre Rubinos que pongan a disposición de estas personas plazas en sus instituciones para que puedan acudir por las noches y el Concello también reforzará el servicio en calle mientras busca una solución a largo plazo, como la apertura de un nuevo centro que cumpla con las exigencias establecidas.

Neira explica también que, a pesar de que el anterior Gobierno local (de Marea Atlántica) y el actual intentaron adecuar el espacio a los requerimientos exigidos por la ley, por ejemplo, habilitar duchas o baños adaptados, hay una que no fue posible solventar, la de la altura de los techos, que es inferior a la requerida. A partir de esta noche, la ciudad ya no contará con el centro de baja exigencia abierto por las noches para personas sin hogar.

El centro Abeiro abrió en 2017, durante el mandato de Marea Atlántica, para dar una alternativa a las personas sin hogar que dormían en la calle y que no cumplían los requisitos para estar en otras instituciones, como Padre Rubinos.