Las infecciones de transmisión sexual, los métodos anticonceptivos y las pruebas del VIH son los motivos más frecuentes por los que los ciudadanos coruñeses recurren al centro Quérote+, situado en el número 28 de la avenida Linares Rivas y especializado en informar y asesorar a la juventud gallega en temas como la sexualidad y la afectividad.

Este servicio público, anónimo, confidencial y dependiente de la Consellería de Política Social, ha recibido en el primer semestre de 2019 un total de 388 consultas, y al menos un 55% responden a cuestiones sobre la sexualidad. Entre ellas se incluyen todo tipo de demandas relacionadas con las enfermedades de transmisión sexual, los métodos anticonceptivos, los embarazos y las relaciones afectivas de pareja, y destaca que, de 213 consultas, 165 están hechas por mujeres.

El VIH constituye el segundo motivo de preocupación entre los usuarios, y la realización de la prueba rápida „gratuita, anónima y sin cita previa„ disponible desde el año 2011 supone el 19% de las consultas, 57 de las cuales fueron realizadas por hombres, frente a las 17 realizadas por mujeres. Lo siguen la formación afectivo sexual con un 5%, las cuestiones sobre las propias funciones que desempeña el centro con un 4% y la convivencia, con un 3%. La imagen corporal o el consumo de sustancias también han llevado a algunos usuarios a recurrir al Quérote+, aunque solo ha habido 8 consultas relacionadas con estos temas.

Sobre este tipo de preguntas, la coordinadora de todos los centros Quérote+ de Galicia, Noa Tilve Cabada, advierte sobre la importancia de recurrir a profesionales y no a internet, y hace referencia a que la sobreexposición de las nuevas generaciones a la información no conlleva necesariamente a un mayor conocimiento. "Internet es un totum revolutum. Visibiliza y consigue avances, pero si hablamos de información sobre sexualidad es difícil que de primeras dispongan de un servicio profesional que se la resuelva", declara la coordinadora, que afirma que es muy fundamental "despertar el espíritu crítico de los jóvenes y ofrecer una educación sexual más amplia". La preocupación por la pornografía es, por otra parte, una tendencia entre los centros escolares y las familias, que demandan charlas a Quérote+ para concienciar a los jóvenes. "Si no hay educación sexual y el único acceso que hay a esa información es a través de la pornografía, es muy probable que haya repercusiones cuando en un futuro se desenvuelvan en un encuentro sexual", comenta.

De todas las personas que han pasado por el centro, el número de mujeres supera en más del doble al de hombres y, según Tilve, esta es "una tendencia frecuente desde los inicios", ya que todos los métodos anticonceptivos, a excepción del preservativo, recaen sobre la mujer, al igual que el embarazo. "Estos son dos de los motivos más frecuentes de consulta, pero también tiene que ver el hecho de que la sexualidad de la mujer siempre estuvo más invisibilizada que la masculina, y por ello genera más dudas. El factor de la masculinidad también influye en cierta medida: a las mujeres nos enseñan que pedir ayuda es una fortaleza, y a ellos que es una debilidad", explica la coordinadora.

La prueba rápida de embarazo es uno de los servicios más demandados en el Quérote+, que siempre pone a disposición de la usuaria todo el asesoramiento necesario, tanto para llevar adelante un embarazo como para interrumpirlo. En este último caso, la controversia que rodea a la intervención parece repercutir en la cantidad de información de la que disponen las mujeres. "Hay usuarias que quieren interrumpirlo que no siempre saben si tienen derecho o no a hacerlo, si hay que pagar o no, si pueden hacerlo con ciertas semanas o no, o si tienen que tramitarlo en un sitio u otro. Eso demuestra que es una información a la que no pueden acceder fácilmente", explica.

La red de Quérote surgió en 2006 como un centro de atención a la juventud, pero no solo los menores necesitan asesoramiento. Del total de consultas realizadas el primer semestre del año, 115 son de menores, 176 de adultos jóvenes entre 19 y 30 años y 86 de personas mayores de 30. "Las dudas sobre sexualidad y afectividad cambian con la edad, pero existen a lo largo de todo nuestro proceso vital", concluye la coordinadora.