Diego Bello, el joven coruñés abatido el mes pasado por la policía filipina, no consumió drogas en el medio año anterior a su muerte, pese a que las autoridades del país asiático lo acusan de ser un narcotraficante. Esta es la conclusión, de acuerdo la familia del fallecido, del informe toxicológico realizado por el Instituto Anatómico Forense de Madrid.

Las pruebas, realizadas a partir de un cabello, buscaron un amplio espectro de estupefacientes: heroína, ketamina, cocaína, derivados anfetamínicos, cannainoides y metadona. Siempre según fuentes familiares, no encontraron huella de ninguno de ellos en el cuerpo de Diego Bello.

Su hermano, Bruno Bello, señaló ayer que esta es una "muy buena noticia", ya que ayuda a desmontar la versión de la policía filipina de que el fallecido se dedicaba al narcotráfico y fue abatido después de disparar contra los agentes en una redada antidroga. Los familiares y allegados de Bello defienden que fue una ejecución por parte de las fuerzas de seguridad filipinas, y que el fallecido, que en el momento de morir tenía 32 años, no tenía relación con las drogas y se dedicaba a regentar varios negocios de hostelería y ropa en el país asiático.

Bruno Bello señala que él sabía, "como familiar", que su hermano no consumía "ningún tipo de droga", pero cree que el informe ayudará a limpiar su nombre porque "ahora tenemos una garantía 100% y científica" de que era así. "Podemos afirmar con rotundidad que mi hermano nunca consumió drogas y era una persona sana y limpia", afirma.

El documento será remitido ahora a la Audiencia Nacional, que investiga la muerte a partir de una denuncia de su familia. Sus allegados están ahora a la espera de que el Instituto Anatómico Forense emita los resultados de la autopsia, pues este documento permitirá determinar cuestiones relevantes para el proceso judicial.

Una de las más importantes es si se encuentran rastros de pólvora en las manos de fallecido, pues su ausencia apuntaría a que Diego Bello no disparó y erosionaría la versión policial. La primera autopsia, realizada en Filipinas, no encontró trazas de pólvora, pero, según señalan fuentes de la familia, en el documento, que ya ha sido enviado a la Audiencia Nacional, tampoco figura si se buscaron específicamente. El informe filipino solo describe las heridas en el cuerpo de Diego Bello.

Los familiares y allegados del joven coruñés han creado la plataforma Xustiza para Diego para esclarecer la muerte y llevar a la justicia a los culpables, algo que ha movilizado a distintas administraciones y partidos. La diplomacia española en Filipinas participó en la investigación, y la familia ha tenido contactos con el delegado del Gobierno, la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Ciudadanos pidió en el Congreso una investigación acerca de la muerte, y recientemente el BNG anunció que pedirá que se esclarezca el caso en los parlamentos español y europeo, además de promover una declaración institucional del Concello en ese sentido.