Dice que puede trabajar en cualquier sitio, aunque hay una mesa en el salón, que es la que ha reservado para su jornada laboral. Paula Recarey es periodista y lleva "varios años" trabajando desde casa, aunque, en su caso, es casi una manera de hablar, ya que asegura que, en todos los años de profesión ha abierto el ordenador y atendido llamadas en aeropuertos, en cafeterías, en autobuses y, también, en La Solana.

A Recarey le gustaría volver a trabajar en una oficina, sobre todo, asegura, por "el contacto con compañeros". "Trabajé en una editorial cuando vivía en Barcelona pero cuando me vine a A Coruña no me quedó más opción que ponerme a trabajar de autónoma y en casa", comenta Recarey. En varias ocasiones peinó el mercado de los coworkings y de las oficinas compartidas, aunque ninguno de los puestos que vio se adaptaba a su situación económica, ya que no necesita una gran infraestructura para desarrollar su labor.

"Trabajar en cualquier mesa o en el sofá no ayuda. Tuve que montarme un buen espacio con una mesa y una silla adecuadas y donde no tuviese muchas distracciones. Hay que ser muy disciplinada para no ponerse a hacer otra cosa y para dedicar un espacio solo al trabajo y ser estricta con los horarios", confiesa Recarey, que valora poder adaptar su jornada a sus necesidades, aunque se le hace "muy complicado" aún tantos años después.

Para matar ese gusanillo de estar con gente y compartir su jornada, Paula Recarey busca siempre un momento para dar un paseo o para tomar un café. Cuando las conexiones a internet eran peores, iba a los centros cívicos y a las cafeterías. "Diferenciar el espacio de trabajo de la casa es muy bueno mentalmente. Hubo en la época en la que iba a una clase en La Solana por la mañana y ya me quedaba un rato en la cafetería trabajando, porque tenían wifi ", recuerda Recarey, que lleva siempre su ordenador encima, por si, en algún momento, tiene que trabajar, aunque intenta no pasarse del horario. "A mi hija le cuesta entender que tenga que trabajar si estoy en casa, pero es muy pequeña, así que, es mejor que esté alejada", confiesa.