El proyecto colaborativo encabezado por la empresa coruñesa Instelec en asociación con el Ayuntamiento fue reconocido con el Premio al Mejor Proyecto de Iluminación por su apuesta para la iluminación urbana bajo la filosofía Slowlight, una iniciativa que dio comienzo en el año 2019 y que ofrece resultados como el ahorro energético superior al 70% y la reducción de la contaminación lumínica. Según el gerente, Juan López Fouz, esta actuación en la que han participado el personal técnico del Área de Infraestructuras del Ayuntamiento de A Coruña, Signify, Philips, Interact y la Asociación de Empresarios de A Grela, nace de "una profunda reflexión sobre la esencia de la iluminación pública tradicional de los espacios urbanos", y tiene por objetivo alcanzar el equilibrio entre la iluminación artificial y la oscuridad. "De esta forma, respetamos el hábitat de los ecosistemas naturales, y también permitimos la contemplación del cielo estrellado desde cualquier lugar habitado por el ser humano", añade López.

Y es que la iluminación urbana y la contaminación lumínica también forman parte de la problemática relacionada con el gran impacto en el medioambiente de la actividad humana, y filosofías pioneras como Slowlight son necesarias para aportar una solución solvente. "La concienciación y formación del sector público es fundamental, y hay que entender que la luz es necesaria, pero la noche también. El Ayuntamiento coruñés ha demostrado en los últimos años que está dispuesto a luchar contra este enemigo silencioso que nos está robando la noche en las ciudades", asegura el gerente.

El proyecto ya es una realidad en el polígono de A Grela, y Slowlight ha empezado a formar parte del presente de la noche coruñesa. "Se ha mejorado la eficiencia energética de las instalaciones de alumbrado público introduciendo luminarias de mayor rendimiento y con capacidad de regulación; hemos cambiado la luz amarilla a luz blanca en tono cálido, mejorando la calidad de la iluminación y hemos reducido los costes de mantenimiento con la instalación de luminarias con una vida útil de alrededor 23 años, cinco veces superior a las lámparas actuales", explica el gerente, que también señala que el nuevo alumbrado cuenta con un sistema de control remoto que permite monitorizar en tiempo real el estado de cada luminaria y que las han adecuado a la reglamentación vigente.

La repercusión positiva de todos estos cambios en el alumbrado urbano recae especialmente sobre la biodiversidad, pero también sobre el ahorro energético y la percepción del paisaje nocturno coruñés: "Este sistema permite ahorrar energía, y ofrece una iluminación más saludable y respetuosa, que se adapta al ciclo natural día y noche".