Los vecinos de la Travesía de San Andrés informaron el viernes a los bomberos que el edificio número 4 de esa calle, deshabitado y cuyo interior fue destruido por incendio esa tarde, era frecuentado por indigentes en los últimos tiempos. José Luis Méndez, presidente de la asociación de vecinos Ensenada del Orzán, señaló ayer que residentes en la zona le comentaron que veían a personas entrar y salir del inmueble, pero que no siempre eran las mismas, y que su apariencia era de contar con escasos recursos económicos.

Méndez añadió que existen más casos de edificios abandonados en el barrio en los que entran personas de forma irregular y que en algún caso los okupan. También recordó que hace dos años se produjo un incendio en un piso okupado en la calle del Socorro. La entidad vecinal de este barrio denuncia desde hace años el profundo deterioro que sufren los edificios deshabitados situados entre la calle San Andrés y las playas, donde contabilizan hasta medio centenar que se hallan en estado ruinoso.

Para Méndez, es necesaria una intervención municipal para obligar a los propietarios a rehabilitarlos o que sea el propio Concello el que la promueva. El dirigente vecinal considera además insuficiente el millón de euros presupuestado por la Xunta para la adquisición de inmuebles en el área Rexurbe aprobada en A Coruña, que incluye la Ciudad Vieja y el eje Panaderas-Orzán.

El fuego de Travesía de San Andrés obligó a trabajar a los bomberos hasta la madrugada del sábado tras haberse iniciado en torno a las 19.30 horas del día anterior, aunque un retén permaneció en el lugar hasta las 05.00 horas como medida de prevención y los operarios acudieron dos horas después para comprobar que las llamas no se habían reavivado.

El incendio hizo que se desplomase el interior del inmueble, ya que su estructura era de madera, aunque parte de la zona izquierda se mantiene al no haber sido destruida por completo. Los bomberos llegaron cuando la planta baja ardía en su totalidad y no pudieron conocer de inmediato el alcance del suceso porque la fachada estaba cubierta por una red y a la altura del primer piso había una bandeja de protección ante la posible caída de cascotes. Tras acceder al interior vieron que estaba destruido y trataron de evitar que el fuego se propagase a los inmuebles colindantes, uno de los cuales resultó dañado levemente en su cubierta. Urbanismo advirtió el mismo viernes al propietario del edificio incendiado para que tome las medidas necesarias para consolidarlo.