Medio centenar de personas se concentró ayer en la plaza de María Pita en memoria del conductor de la concesionaria municipal de la recogida de la basura, Cespa, fallecido hace dos años en una accidente mientras trabajaba. La familia convocó este acto después de que la Audiencia Provincial confirmase el sobreseimiento de la investigación del accidente mortal. "Mientras haya camino, seguiremos luchando", sentencia su hijo, Fran Riveiro.

La investigación se archivó porque la Audiencia Provincial entiende que el siniestro se produjo, tal y como concluye el atestado policial, por una velocidad inadecuada y porque el hombre no llevaba puesto el cinturón de seguridad. La familia del fallecido insiste en que se inspeccione el camión, ya que había pasado la ITV con faltas leves en los frenos y con problemas en el motor. "Lo más importante es la peritación del camión, algo que nunca se nos dio la oportunidad de hacer Esa es la prueba y hasta que no se haga, creemos que el caso no puede cerrarse"; lamenta Riveiro.

El hijo del empleado de Cespa asegura que explorarán todas las vías posibles. "Nos queda la vía civil. Estamos recogiendo más información porque hasta el viernes no tuve el contacto de la persona que oyó los golpes y dio el aviso a Emergencias", relata. Fran Riveiro tiene muy claro cuál es su objetivo: "Limpiar el nombre de mi padre". El informe policial -"en el que falta el análisis mecánico", añade- señala que el accidente pudo provocarse por una velocidad inadecuada. "Le está echando la culpa sin pruebas. ¿A qué se refiere con velocidad inadecuada? ¿No será porque el camión no podía frenar por las faltas leves que tenía?", se pregunta, todavía angustiado por lo ocurrido y arropado por familiares, amigos y vecinos. Al acto acudieron también representantes de PP, BNG, Marea Atlántica e Izquierda Unida.

En el atestado, los agentes recogen que el accidente es de tipo mixto, es decir, que tras una salida de vía se produce el vuelco del vehículo. Los policías concluyen que el conductor se saltó una señal que prohibía la entrada a un vehículo como el que conducía, "destinado al transporte de mercancías con mayor peso autorizado que el indicado", -más de ocho toneladas-; que el conductor no llevaba el cinturón de seguridad y que la ventanilla izquierda estaba bajada "lo que propició la salida parcial del cuerpo" del hombre.

Riveiro insiste en que "el servicio de las basuras sigue mal" y rechaza que "las empresas prefieran invertir más en llenarse los bolsillos que en seguridad para sus trabajadores". Carga, además, contra el sindicato de Cespa, pues no ha recibido el apoyo que esperaba ante esta situación. Le preocupa también que "en la misma ruta" en la que su padre tuvo el accidente mortal continúan "pasando camiones hoy en día". "Le pudo pasar a cualquiera", apunta.