La Xunta, a finales del año pasado, concluyó que solo dos marcas en la piedra de Nostián pueden ser consideradas petroglifos. El geólogo Juan Ramón Vidal Romaní, profesor emérito de la UDC y director del Instituto de Xeoloxía Parga Pondal, fue el encargado de realizar el estudio geológico para Repsol. En su informe descartó que las marcas tuviesen valor histórico. Concluyó que las cazoletas que se pueden ver a simple vista son fruto de la acción de la naturaleza y que carecen de valor artístico. Para llegar a esta determinación realizó varias pruebas en la piedra, que revelaron que las marcas estaban en la parte más débil de la roca, lo que le hizo concluir que son fruto de la erosión y de los fenómenos naturales y no de un intento artístico. En su informe final, Patrimonio considera que hay dos marcas que tienen valor histórico, que son las que serán retiradas mientras se realizan las obras del poliducto y que, después, serán reinstaladas en su lugar original y también indicadas para que puedan ser visitadas. Estos círculos concéntricos que para la Xunta son de "indudable origen antrópico" solo son visibles con luz rasante y miden entre treinta y cuarenta centímetros.