La demanda de una solución al inicio del curso con seguridad frente al Covid-19 que no pase por la instalación de mamparas propuesta por la Consellería de Educación fue el nexo de unión de las dos protestas efectuadas hoy en la ciudad. La primera, convocada a mediodía por los docentes del instituto Salvador de Madariaga ante el centro, expresó el rechazo a la medida planteada por el Gobierno autonómico y fue acompañada por una cacerolada.

Ya por la tarde, la plaza de Pontevedra fue el escenario elegido por sindicatos de la enseñanza, familias, alumnos y partidos políticos para manifestar mediante una concentración la oposición al modelo de prevención de contagios planteado por el Gobierno gallego. La movilización se desarrolló además pocas horas después de conocerse la existencia de contagios en los centros Ramón de la Sagra y Fernández Latorre, por lo que el concejal de Educación, Chero Celemín, presente en la concentración, calificó de “demencial” la actitud de la Xunta por no facilitar medios a los ayuntamientos para desinfectar los colegios.

“Cuando el sector educativo está levantado en todos los sentidos es que tiene razón”, afirmó el edil, para quien a principios de verano debía haberse pactado un protocolo de actuación con todos los sectores educativos, cuando en su opinión el Gobierno gallego actúa con con una “improvisación continua y una falta de imaginación tremenda”.

“Hay una preocupación enorme por los bandazos de la consellería desde finales de junio”, opinó sobre la situación del profesorado Suso Bermello, secretario nacional de CIG-Ensino, para quien hay una “situación de incertidumbre absoluta”. Según explicó, hay centros de Secundaria “a los que se les proporciona todo para hacer desdobles de aulas y otros a los que se les niega prácticamente todo”, por lo que entiende que “se aboca a muchos centros a recurrir a una semipresencialidad sin ninguna regulación”. Para este sindicalista, cada centro va a adoptar una solución diferente al problema de los contagios, en el que considera que la de las mamparas “es una falsa seguridad absoluta” con la que además la superficie a limpiar “se incrementa exponencialmente”.

Sobre el anuncio hecho de la contratación de 850 profesores más, aclaró que 200 de ellos ya estaban previstos, por lo que cree que “no llegan para nada, no es ni la mitad de lo que piden los centros, sería necesario el doble como mínimo”. Bermello estimó que de aquí al inicio del curso el día 23 “va a haber problemas serios en algunos institutos por la presión de los equipos directivos”.

Para Antón Neira, alumno del instituto de Durmideiras, el regreso a las aulas de la próxima semana “va a ser muy peligroso”, por lo que tanto estudiantes como las familias están “muy preocupados”. Según su opinión, las mamparas propuestas por la Xunta “son una idiotez, no tienen sentido, ya que hay que respetar la distancia de seguridad,”. Sobre el comportamiento en los centros consideró “bastante complicado guardar las distancias” pero que son las autoridades educativas “las que tienen que decir lo que hay que hacer”.

“Estamos en lo que sabíamos que iba a pasar”, declaró Dolores Blanco, presidenta de la Federación de Asociacións de Nais e Pais, para quien “hay mucha preocupación y las incertidumbres van cada vez a más”. También ella rechazó las mamparas “porque estamos hablando de una distancia de 40 centímetros” y defendió la contratación de más profesorado y la apertura de más aulas. “Si se hizo un Ifema para sanidad, ¿por qué no se pueden hacer Ifemas educativos?”, se preguntó, mientras que sobre el nuevo curso en Secundaria ve “posible que comience” pero desconoce “cuánto va a durar”