Las huellas del despertar de Os Mallos como barrio para la clase obrera a partir de la década de los treinta caminan con paso desigual hacia su centenario. Las calles de la zona son un muestrario del racionalismo propio de la época, que ha merecido cierto grado de protección arquitectónica en los planes generales coruñeses. La mayor parte de edificaciones están en uso, han sido modificadas o ampliadas, y algunas completamente rehabilitadas. Un tercer grupo, a pesar del blindaje, se van desvaneciendo detrás de las redes de seguridad y perdidas entre expedientes municipales. Hay ejemplos a uno y otro lado de la ronda de Outeiro pero, sobre todo, en el entorno de los juzgados, en ese pequeño ensanche de ocho manzanas entre las calles Falperra, Noia, Cronista Pacheco y Antonio Viñes.

El principio de la calle Vizcaya da buena muestra de la situación. En solo dos manzanas, se concentran seis inmuebles tapiados, casi todos con medidas de protección, todos catalogados en el ordenamiento urbanístico coruñés. Vecinos de la zona lamentan el estado de los edificios, la afección negativa a los inmuebles colindantes y, sobre todo, la sensación de inseguridad y abandono con la que decoran la calle.

El plan general reconoce el interés de carácter histórico, arquitectónico y urbanístico del lugar. Recuerda sobre ellos que en la década de los años treinta del siglo pasado se crearon barrios destinados a la clase obrera: se construyeron para los nuevos vecinos edificios de cuatro o cinco plantas, una tendencia en la expansión de la ciudad en barrios periféricos que rompía con las barriadas obreras de menor altura del siglo XIX.

Edificio con redes de seguridad en la calle Vizcaya | Carlos Pardellas

También rompió, según los redactores del plan general, con la tradición decimonónica de la fachada de madera y galería ya que, "con la generalización del uso del hormigón armado", se propició una "mayor libertad formal". En el caso de los edificios protegidos, el plan general indica que tienen "cierto atractivo por sus cualidades de conjunto" dentro de su diversidad formal individual. En el caso de la calle Vizcaya, los edificios catalogados (tanto en el PGOM de 1998 como en el de 2013) están datados entre 1935 y 1955.

Ampliación del catálogo

El Concello tramita en estos momento una ampliación del catálogo del plan general, a partir de un documento que solo se llegó a aprobar de manera inicial y que el Gobierno local espera poder llevar a pleno para su aprobación provisional tras pasar por la supervisión de la Dirección Xeral de Patrimonio.

En la versión primera de la modificación, se pretendía ampliar el número de inmuebles protegidos en este pequeño ensanche, concretamente, en las calles Eusebio da Guarda, San Luis y San Vicente