"Si no es por causa justificada, no se puede viajar". Es la frase que repetían ayer los agentes desplegados por los ayuntamientos en los que se decretó el cierre perimetral para frenar la expansión del coronavirus, A Coruña y Arteixo entre ellos. Las entradas y y salidas de la veintena de concellos cerrados ayer fueron blindadas por las patrullas que vigilaban a cada uno de los vehículos que trataban de cruzar la frontera municipal.

El anuncio de la entrada en vigor de las restricciones de movilidad desde las 15.00 horas de ayer provocó que cientos de conductores intentasen burlan los dispositivos de vigilancia adelantando la hora de partida que habían previsto inicialmente par la tarde. Esta situación dejó atascos en las principales vías de las ciudades. "Es habitual que un viernes haya atascos en Alfonso Molina, pero no a las dos menos diez de la tarde, que ya había retenciones", comentan desde los operativos de vigilancia montados en la provincia.

En un fin de semana marcado por la festividad de Todos los Santos, con los habituales desplazamientos a la aldea para llevar flores a los familiares, las patrullas de la Guardia Civil de Tráfico se desplegarán en los puntos más conflictivos para garantizar el cumplimiento de las restricciones de movilidad decretadas ayer.

En el mapa de la red viaria gallega están marcadas en rojo varias carreteras por tratarse de las principales vías de acceso a ciudades y localidades afectadas por el cierre, que al menos se mantendrá hasta el martes. Desde primera hora de la tarde de ayer comenzaron a instalarse los controles de vigilancia en la provincia, con cuatro de especial atención: la AC-11 (Alfonso Molina), la AP-9, en el peaje de Teo sentido A Coruña, la N-550, entre Ordes y Sigüeiro y la N-651 en el punto kilométrico 27, a su paso por Fene. Se trata de controles dinámicos que se moverán de manera continua.

El operativo es similar a los ya organizados en áreas con cierres perimetrales como Ourense, Verín y O Carballiño y será puesto en marcha, según detalló ayer el delegado del Gobierno, Javier Losada, "el menor daño al tiempo de los ciudadanos". Losada, que situó la mayor complejidad en las horas de entrada y salida por motivos laborales, apeló a la responsabilidad individual y pidió a los ciudadanos que mantengan la distancia y cumplan las órdenes de evitar reuniones.