Año tras año, la presentación de los proyectos de los Presupuestos del Estado permite constatar la inexistencia de los fondos necesarios para que puedan licitarse cuatro obras de infraestructuras viarias que son vitales para la movilidad en la ciudad y el área metropolitana. Las ampliaciones de la avenida de Alfonso Molina y del puente de A Pasaxe, la construcción del Vial 18 y de la cuarta ronda no consiguen figurar en las cuentas estatales con partidas más allá de las meramente testimoniales y la razón es que ninguna de estas actuaciones tiene terminados los trámites necesarios para ser licitadas.

¿Cómo es posible que tras varios ejercicios presupuestarios no se hayan completado esa labor administrativa? Salvo en el caso de la cuarta ronda, que está pendiente de la resolución de un recurso judicial sobre su necesidad, los otros tres proyectos acumulan continuos retrasos, en algún caso de tal magnitud que cabe pensar que se deben a falta de voluntad política en la ejecución de las obras. Un repaso al estado de esas tramitaciones permite apreciar las considerables demoras sufridas por estas iniciativas.

Ampliación de Alfonso Molina. Los presupuestos de 2012 fueron los primeros que incluyeron una partida para esta obra, cuyo proyecto salió a información pública en 2013. Entonces consistía en añadir un carril en cada sentido e incorporar tres pasarelas para peatones, además de medidas de integración y protección ambiental. El Gobierno local del PP vaticinó en febrero de 2014 que los trabajos comenzasen ese mismo año, pero en noviembre se dijo que lo harían una vez se acabase la tercera ronda, en el primer trimestre de 2015.

Pero en 2016 el entonces Ministerio de Fomento presentó un nuevo proyecto, con seis carriles de entrada y cinco de salida hasta el enlace con la AP-9. También incluyó demandas del Gobierno local de Marea Atlántica, como una nueva parada de autobús y más zonas peatonales. El proyecto definitivo fue aprobado el 21 marzo de 2018, pero ese año hubo la moción de censura que desalojó al PP del Gobierno, lo que afectó seriamente al proyecto. En 2018, los presupuestos del Estado destinaban 3,1 millones a Alfonso Molina, pero en 2019 se redujeron a tan solo 100.000 euros. El Gobierno local del PSOE, iniciado en junio de ese año, rechazó que la avenida se convirtiese en una "autopista" y negoció con el ministerio cambios en la actuación, aunque solo dos meses después Fomento aseguró que el proyecto constructivo estaba "bastante avanzado", pero el ahora Ministerio de Transportes confirmó este mes, cuando ya transcurrió más de un año de esa afirmación, que sigue en fase de redacción.

Ya desde el Gobierno del PP se anunció que la pasarela de Pedralonga, uno de los ejes de la actuación, sería la primera fase en realizarse y, aunque hace un año se dijo que su proyecto ya estaba terminado, la Delegación del Gobierno anunció este mismo mes que se licitará en 2021, cuando habrán pasado nueve años desde que Alfonso Molina apareció en un presupuesto.

Ampliación del puente de A Pasaxe. La entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, anunció en febrero de 2015 la puesta en marcha de este proyecto, que consiste en la construcción de un viaducto paralelo al actual para dotarlo de cuatro carriles por sentido, además de aceras más anchas y carriles bici. El proyecto de los Presupuestos del Estado de 2016 fue el primero en incluir fondos para esta iniciativa. Para ese año se consignaron casi 780.000 euros, mientras que los 25 restantes se repartieron en los tres ejercicios siguientes. En junio de 2017 se adjudicó la redacción del proyecto básico, pero hubo que esperar hasta marzo de 2020 para que se aprobase la Declaración de Impacto Ambiental tras un año y medio de tramitación. Eso permitió el inicio de la redacción del proyecto constructivo, que luego tendrá que ser sometido a exposición pública. Pero también será necesario efectuar las expropiaciones que permitirán realizar las obras.

Por si los retrasos no fueran suficientes, y transcurridos más de cinco años desde el anuncio del proyecto, el delegado del Gobierno, Javier Losada declaró este mes que hasta que no terminen las obras del cruce de Sol y Mar, que acaban de licitarse y durarán 30 meses, el ministerio no tomará una decisión sobre la ampliación del puente.

Vial 18. El Ministerio de Fomento encargó en 2012 el primer estudio sobre la carretera que debe unir la tercera ronda y la autopista en A Zapateira, para la que los Presupuestos del Estado de ese año destinaron una partida de 150.000 euros ese año para acometer la redacción del proyecto. Entonces se estimaba que su coste sería de 7,7 millones y que estaría terminado en 2015, pero ese año fue el que Fomento inició el periodo de exposición pública del trazado, para el que ya se había aumentado el coste a 18,9 millones de euros.

La nueva carretera, con solo 1,5 kilómetros de longitud, debía ser financiada por la concesionaria de la autopista como compensación por el aumento de los peajes que efectuará en los próximos años, pero el posterior desacuerdo con el Gobierno sobre el convenio que habían firmado ambas partes llevó a Fomento a garantizar que la costearía con sus recursos. Pero el Defensor del Pueblo denunció ilegalidades en la tramitación del Vial 18 por incumplimiento de los procedimientos fijados en la normativa de carreteras y la medioambiental, mientras que los afectados por las obras amenazaron con acudir a los tribunales.

El Ministerio de Medio Ambiente decretó en febrero de 2017 el archivo del expediente y ordenó a Fomento que redactase un nuevo proyecto, que se presentó veinte meses después, en octubre de 2018. Su exposición pública se inició en enero de 2019, momento en que Concello y vecinos de la zona presentaron de nuevo sus alegaciones, que fueron resueltas el pasado marzo. El Ministerio de Transportes puso en marcha entonces el trámite de evaluación ambiental, que aún prosigue. Una vez que concluya, deberá licitarse y elaborarse el proyecto constructivo, que también tendrá que ser sometido a información pública y posteriormente se licitarán las obras, por lo que el comienzo de esta actuación todavía está muy lejano en el tiempo.

Cuarta ronda. El Plan General de Ordenación Municipal aprobado inicialmente en 2009 ya incluía esta carretera, que prevé conectar la que comunica el puerto exterior con la tercera ronda. En octubre de 2012 el Gobierno local del Partido Popular se pronunció a favor de su construcción, pero hubo que esperar a noviembre de 2014 para que aprobase el Plan Especial de Infraestructuras que la incluía, en el que se justificaba su realización porque enlazaría con los polígonos industriales de Pocomaco, Agrela, Sabón y Vío. El presupuesto estimado era de 13,82 millones de euros para un trazado de 2,6 kilómetros, con un carril por sentido y velocidad limitada a 100 km/hora. Pero cuando Fomento presentó su proyecto de trazado, el coste subió a 27,4 millones y se calculó que estaría construida en 2018.

Pero en enero de 2015 el Concello de Arteixo propuso la eliminación del peaje de la AG-55 como alternativa a la cuarta ronda, después de haber defendido durante años la conveniencia de esa carretera. El pleno de Arteixo respaldo por unanimidad esta opción, pero en febrero de 2016 Fomento la rechazó y solicitó al Ministerio de Medio Ambiente que realizase la declaración de impacto ambiental del proyecto, para el que estimó un coste de 32 millones de euros. El presupuesto estatal de 2017, año en el que se aprobó la declaración ambiental, incluyó 100.000 euros para la actuación, que preveía concluir en 2021.

Las cuentas de 2018 incorporaron una partida de un millón, pero ese año Arteixo recurrió la aprobación del proyecto en la Audiencia Nacional. En octubre de 2019 el Gobierno local socialista de A Coruña se erigió en defensor de esta carretera con el respaldo de las organizaciones empresariales de la ciudad, aunque no pudo aprobar una declaración institucional de apoyo por falta de apoyo de todos los grupos políticos. El proyecto presupuestario de 2021 no destina fondos a esta actuación, sobre la que se pronunciará la Audiencia Nacional el 25 noviembre, aunque su sentencia podrá ser recurrida en el Supremo.