Bares y restaurantes se preparaban ayer para afrontar la primera jornada de reapertura, fijada para hoy por la Xunta, que permite a la hostelería recuperar la actividad que paró el 7 de noviembre. Los establecimientos pueden abrir hasta las once de la noche, coincidiendo con el toque de queda, y tendrán restricciones de aforo: 40% en interior y 50% en terrazas.

Colocaciones de mesas y sillas tanto fuera como dentro y realizaciones de pedidos de productos fueron las tareas realizadas ayer por los hosteleros que hoy vuelven a recibir clientes. Algunos decidieron no parar su actividad y continuaron con pedidos a domicilio y servicio take away, pero otros vuelven a atender a clientes tras casi un mes sin hacerlo. Sin embargo, algunos hosteleros defienden que hay que “hacer muy bien las cuentas” para comprobar si merece la pena la reapertura.

Concentración de hosteleros coruñeses ante el edificio administrativo de Monelos

Concentración de hosteleros coruñeses ante el edificio administrativo de Monelos Víctor Echave

Mientras, el sector continúa protestando por su situación. Decenas de hosteleros se concentraron ayer ante la sede de la Xunta, en Nuevos Ministerios, para demandar la entrega de prestaciones y las cuotas de autónomos paralizadas y los impuestos aplazados.

Este grupo de empresarios locales prevé continuar con las movilizaciones ante el Concello y Estado, que siguen en pie a pesar de la reapertura y las adversas condiciones meteorológicas. La del domingo cambia de ubicación, ya que estaba prevista para la plaza de María Pita y coincide con un acto por la Constitución. Los hosteleros se concentrarán junto al atrio de la iglesia de San Jorge, próxima al Palacio Municipal coruñés. “Cuanta más gente se una, mejor. Las necesidades siguen siendo las mismas a pesar de la reapertura”, explica Xabi Barral, uno de los hosteleros afectados que acudió ayer a la manifestación.