Las intervenciones en el entorno de los muelles de San Diego y Petrolero que plantea el documento Líneas Estratégicas para la Reordenación del Espacio Portuario Interior elaborado por expertos de la Universidade da Coruña (UDC) por encargo del Concello están condicionadas por la actual situación de cada una de las tres áreas en que el informe divide el ámbito. La permanencia de operadores en los próximos años por la vigencia de sus concesiones y la infraestructura ferroviaria de la zona condicionan las futuras actuaciones que proponen los expertos a corto, medio y largo plazo, entre ellas la transformación de la terminal de mercancías en un edificio multifuncional, la creación de espacios de uso ciudadano y de áreas verdes y el desarrollo de nuevas soluciones de movilidad; sin olvidar la habilitación de nuevos equipamientos y la construcción de viviendas, aunque en un porcentaje inferior al que permite el planeamiento urbanístico.

Muelle de San Diego. La liberación de estos terrenos portuarios de 377.000 metros cuadrados de superficie, paralelos a la terminal de mercancías, no se producirá totalmente hasta que esté construida la conexión ferroviaria al puerto exterior, de la que se desconoce cuándo comenzarán las obras y cómo se financiarán. Están ocupados por almacenes de graneles sólidos, silos de cemento, edificios frigoríficos, talleres de reparación naval, naves de manipulación de la pesca y oficinas de consignatarios y transportistas cuyas concesiones no expiran hasta 2027, lo que dificulta las intervenciones planteadas por la Universidad.

Los problemas que los expertos advierten en esta zona son el mantenimiento de la línea de ferrocarril al muelle Centenario, que se adentra en la bahía frente al de San Diego y la trama viaria de acceso a naves y almacenes, que condiciona la reordenación urbanística. En este muelle se propone “localizar actividades productivas” para mantener los empleos en los muelles urbanos, con actividades que no se limiten a la pesca, el turismo y el deporte.

Muelle Petrolero. Hasta que no se trasladen a punta Langosteira los operadores que trabajan con graneles líquidos en estos terrenos “no es posible intervenir”, apunta el documento estratégico de la UDC para la fachada marítima de la ciudad, que señala la “necesidad” de llevar a cabo una “regeneración radical” de este muelle y de limpiar las tolvas que permanezcan. Advierte también un “elemento de separación funcional, visual y paisajística” en la vía del tren que sigue la cornisa del barrio de Os Castros “si no se cubriese”, y alerta de “elementos de peligrosidad” en el oleoducto de Repsol hasta que no se finalicen las obras del nuevo oleoducto que conectará la refinería con el puerto exterior, adonde se trasladará en dos etapas la actividad de la compañía petrolera. El Petrolero es el único muelle urbano de esta zona en el que los expertos reservan espacio para desarrollos residenciales, en menor porcentaje que el que admite el plan general y con presencia de viviendas sociales.

Terminal de mercancías de San Diego. Para esta zona del ámbito de intervención, el documento de la UDC vincula su desafección con la que de forma simultánea debería llevarse a cabo en los terrenos del muelle de San Diego. Otro problema que apunta es la incertidumbre respecto al traslado a Langosteira de los barcos que llevan cereales y de los que cargan bioetanol al servicio de la refinería de Repsol, “condición indispensable” para la liberación de los terrenos de la estación de mercancías de San Diego.

El estudio resta relevancia futura a la terminal por su uso actual “muy limitado” por la pérdida del tráfico residual de contenedores y de carbón con destino a Meirama tras el cierre de la central térmica este verano, razones que “no justifican los grandes espacios ocupados por la estación y sus playas de vías”. Para dar más protagonismo ciudadano a la zona, el documento plantea convertir la terminal en un edificio multiusos con servicios administrativas y espectáculos y facilitar la conexión con barrios próximos mediante una demolición del viaducto del cruce de la avenida del Ejército con la ronda de Outeiro.