Para el Estado, el cierre de Meirama es un factor de peso que interviene en el futuro incierto del tren al puerto exterior. El Gobierno estatal lo resaltó la pasada semana al cuestionar la rentabilidad de la conexión ferroviaria por el menguante tráfico de carbón a la central térmica de Cerceda, como apuntó en una respuesta a una pregunta del senador popular Miguel Lorenzo sobre la falta de fondos para el enlace. La Autoridad Portuaria experimentó en los tres últimos años una significativa caída en el transporte de graneles sólidos como son el carbón y también la alúmina, carga afectada por la crisis de las alumineras. Con esos números, el Puerto coruñés, no solo recuerda que hay beneficios ambientales y sociales con el traslado de la actividad a Arteixo, sino que el tren es imprescindible para hacerlo rentable con nuevos tráficos, independientemente de que haya carbón o no. Así, responde que hay operadores que han mostrado su interés en mover mercancía desde Langosteira “si contasen con el ferrocarril”.

“El tren es fundamental para captar nuevos tráficos”, advierten los responsables portuarios ante la justificación del Estado de sus dudas por el cierre de la central. Los graneles sólidos suponen el 30% del tráfico del puerto e incluyen, además del carbón y el coque, los productos agroalimentarios y, en menor medida, el cemento, la alúmina y el cuarzo. Los movimientos de este tipo de mercancía se desplomaron de enero a octubre de este año, afectado también por la pandemia, un 45% respecto al mismo periodo de 2017.

Después de un incremento en el tráfico de graneles sólidos del 16,38% al terminar 2017 (hasta los 5 millones de toneladas), el descenso de este tipo de mercancía en el tráfico portuario cayó un 4% en 2018 (4,8 millones) y un 28,4% en 2019 (3,4 millones), ya afectado por el cierre. Cuando acabe 2020 se repetirá la caída: los datos estadísticos de Puertos del Estado muestran un 18,53% menos de actividad acumulada hasta el mes de octubre, que se cerró con 2,2 millones de toneladas de carbón movilizado frente a los 2,7 del mismo mes del año anterior.

El 25% del tráfico de graneles sólidos estaba ligado a la central de Meirama

El total de los tráficos de la entidad coruñesa, según la misma fuente, ya sufría hasta octubre un descenso anual superior al 20%, más acusado que el del anterior año completo, del 12,78%. En 2017 y 2018 habían aumentado el 9,1% y el 3,32% respectivamente.Los números recientes han puesto en alerta al Puerto, que, de acuerdo con sus propias estadísticas, en 2017 tenía casi un 25% del tráfico de granel sólido ligado directamente a la actividad de Meirama.

El estudio informativo del acceso por ferrocarril a punta Langosteira redactado en 2014 concluía que “la conectividad ferroviaria del puerto exterior resulta ser un requisito básico para que se desarrolle el tráfico de carbón, puesto que solo a Meirama se transporta por ferrocarril el 65% del total de carbón desembarcado”.

Aquel documento incluía proyecciones realizadas por la Autoridad Portuaria para el horizonte de 2017 y el de 2037, en las que estimaba el transporte de 1,7 millones de toneladas de carbón solo a la central de Meirama, que atraería “el principal tráfico ferroviario” generado por la dársena exterior. El mismo estudio indicaba que para 2037 el tráfico por tren sería en un 70% de carbón para la central térmica de As Pontes y en un 40% para la de Compostilla en El Bierzo; la primera tiene previsto su cierre en la segunda mitad de 2021 y la segunda ya cerró este verano.

El estudio informativo de 2014 sobre el enlace ferroviario, que no contenía previsiones de cierre de las centrales coruñesas de Meirama y As Pontes, justificaba también su viabilidad por los tráficos de cereal, bioetanol y madera. A ellos ha aludido ahora el Puerto para defender la rentabilidad de la conexión, con un coste estimado de 140 millones de euros, con proyecto definido pero sin acuerdo entre las administraciones para su financiación.

El Estado condiciona el proyecto del tren a una “revisión del estudio de su rentabilidad sobre la base de la nueva demanda potencial”, según señalaba en la respuesta al senador del PP. La Autoridad Portuaria, apoyada en la necesidad de transportar otras mercancías y apartar las peligrosas de los muelles interiores, así como para “completar el proyecto de la nueva ciudad” a través de la reordenación del borde litoral, alude “no solo a la rentabilidad económica sino también a la rentabilidad social y ambiental” para insistir en la relevancia del enlace por ferrocarril a Langosteira. Tras conocer las dudas del Estado sobre el tren, el Puerto recordó que su relevancia se la otorgó aparentemente el administrador de infraestructuras ferroviarias, Adif, en marzo de 2019, cuando a dos meses de las elecciones generales publicó en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) el anuncio previo a la licitación del ferrocarril.