La crisis del coronavirus es el tema del año. En un 2020 que pocos esperaban y que ha normalizado las palabras confinamiento, pandemia o vacuna en el vocabulario de la población mundial, las informaciones referidas a la crisis sanitaria han sido, indudablemente, las más consultadas. En la edición digital de LA OPINIÓN, copan parte de los titulares referidos a la ciudad y la comarca más consultados, en una lista en la que no faltan informaciones sobre problemas vecinales o noticias urbanísticas.

1. La Tita Rivera, el fenómeno del año. La noticia coruñesa del año más consultada por los lectores de LA OPINIÓN es el anuncio de la reapertura del emblemático chiringuito de O Portiño, esta vez con el sello Rivera. Tras echar el cierre el verano anterior, el bar de las puestas de sol anunciaba su reconversión en La Tita Rivera.

2. Los inicios del confinamiento, tensión y miedo. No había transcurrido siquiera una semana desde el inicio del confinamiento, y las dudas de la población mundial eran muchas. “Hay que quedarse en casa, o Galicia vivirá una catástrofe sanitaria como Italia”, avisaba ya entonces el presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias en Galicia, Tato Vázquez. Mientras que los vecinos italianos ya llevaban un mes sufriendo las consecuencias del virus, en Galicia se empezaba a vislumbrar lo que nos quedaba por vivir.

3. El reto educativo, en el centro del debate público. Hay que retroceder hasta el mes de enero para encontrar una noticia libre de coronavirus. La previsión era clara. “Si no mejoramos el sistema educativo, nos convertiremos en el bar de copas de Europa”, advertía a este periódico el filósofo José Antonio Marina, en una entrevista en la que ilustraba sobre la importancia del esfuerzo.

4. A Coruña se va de vacaciones. El mes de agosto dio un respiro a la pandemia, y, tras meses de aguantar el tipo, a los coruñeses les apetecía salir de viaje. Los posibles puentes que podían formar los ciudadanos uniendo festivos locales y nacionales fue otra de las informaciones más consultadas del año.

5. Lucha vecinal contra el abandono. La cruzada de Felisardo Barros y su mujer centró las miradas el pasado octubre. Este matrimonio de Betanzos, residente en la única vivienda habitada de un edificio, se negó a doblegarse a la ruina y lo hizo de una forma vistosa: pintando exclusivamente la fachada del inmueble que correspondía en su vivienda, única nota de color en la humedad del edificio. “Me niego a sucumbir a la ruina”, defendía Felisardo.

6. A Coruña y Arteixo, unidos por el perímetro. La segunda ola de la pandemia parecía haberse asentado en la ciudad, y era urgente tomar medidas. La Consellería de Sanidade tomaba la decisión, a inicios de noviembre, de decretar el cierre perimetral en A Coruña y Arteixo, y limitar las reuniones a convivientes, una medida que entraba en vigor tres horas después de su anuncio con el fin de evitar las consecuencias del puente.

7. El COVID llega a la ciudad. Tras dos semanas de noticias preocupantes venidas de Madrid, el 4 de marzo saltaban todas las alarmas con la detección del primer caso de coronavirus en la ciudad, un hombre de 49 años llegado de la capital para hacer una entrevista de trabajo. Nueve días después, A Coruña estaba confinada.

8. Solidaridad vecinal en un bazar de Betanzos. En medio del miedo y la incertidumbre provocada por el virus, hubo quien sacó a relucir su mejor parte. Fue el caso de un bazar chino de Betanzos, cuyos propietarios donaron al ambulatorio, el mismo día del inicio del confinamiento, un lote de mascarillas, guantes y alcohol, un gesto que los sanitarios agradecieron emocionados.

9. El boom inmobiliario de Oleiros tras la pandemia. En el mes de septiembre, aquellos que auguraban un nuevo confinamiento decidieron anticiparse: Oleiros se convirtió en la zona favorita, y también en la más cara, con una docena de edificios en construcción, decenas de chalés y solares que poco duraban en manos de las agencias.

10. ¿Y el coche, qué? Llevábamos ya medio mes en casa, y ante la inactividad general, muchos empezaron a preguntarse cómo afectaría la parálisis a sus vehículos, cuya batería podría sufrir. Una información al respecto llamó, entonces, la atención de los lectores confinados.