El crecimiento continuo de los contagios del coronavirus en varias de las localidades de la comarca coruñesa llevó ayer a la Xunta a dar una nueva vuelta de tuerca a las restricciones que se aplican para intentar frenar su propagación al subir hasta el nivel máximo las medidas. A partir de esta medianoche los municipios de A Coruña, Arteixo, Cambre, Culleredo, Cerceda y Oleiros entrarán en esa fase y quedarán cerrados de forma perimetral, de forma que los residentes en cada uno de ellos no podrán salir de sus límites salvo por causas debidamente justificadas, entre las que figuran las obligaciones laborales y educativas.

El resto de localidades del área metropolitana quedará en el nivel de restricciones medio-alto, al igual que la mayor parte del territorio gallego, por lo que sus habitantes podrán circular entre todos los municipios que se encuentren en esa misma situación.

A propuesta del comité clínico que la asesora, la Xunta pone en marcha estas nuevas medidas en las localidades de al menos 10.000 habitantes en las que la incidencia acumulada en los últimos 14 días supera ya los 250 casos por cada 100.00 habitantes o evolucionan de forma acelerada hacia esas cifras, situación en la que se encuentran los seis municipios del área metropolitana coruñesa en los que se aplicarán.

Otra de las restricciones que comenzarán a aplicarse en los municipios con los contagios más altos, aunque compartida con todo el resto de Galicia, es el adelanto del toque de queda, que desde mañana por la noche quedará establecido en las 22.00 horas. La hostelería, el sector económico más perjudicado por las restricciones desde el inicio de la pandemia, vuelve a sufrir un nuevo varapalo, ya que tan solo tendrá la opción de utilizar las terrazas para servir a sus clientes, y además únicamente con un 50% del aforo disponibles, puesto que el interior de los establecimientos no podrá ser utilizado.

La entrega de productos a domicilio, una de las fórmulas empleadas por los hosteleros para paliar las pérdidas en la medida de lo posible, podrá continuar efectuándose y además sin limitación de horario, según la información facilitada ayer por la Consellería de Sanidade.

En los municipios del área metropolitana con restricciones del nivel medio-alto la hostelería podrá continuar haciendo uso del interior de los locales hasta un máximo del 30% del aforo y de las terrazas con un límite del 50% de sus mesas.

Los comercios continuarán desarrollando su actividad en todo el área metropolitana en las condiciones actuales, en las que solo se permiten la ocupación de la mitad de su superficie, ya que la orden de cierre a las 21.30 horas solo afectará a una minoría de locales. Las grandes superficies ubicadas en localidades con las máximas restricciones limitarán su ocupación al 30% en sus establecimientos, que subirán al 50% en las del nivel medio alto.

Las zonas comunes serán utilizadas solo para los desplazamientos por los complejos de los municipios, ya que se prohibirá la estancia en las mismas para reuniones o conversaciones, según advirtió de forma expresa el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien añadió que se reforzará la vigilancia en estos lugares para evitar ese tipo de encuentros. Los centros comerciales ubicados en localidades del nivel medio-alto admitirán en las zonas comunes un tercio del aforo máximo disponible.

Otra de las novedades que introducirá desde mañana la entrada en el nivel más elevado de las restricciones afecta a las reuniones de personas no convivientes, que en toda Galicia quedan limitadas a un máximo de cuatro personas, salvo que se trate de convivientes, pero que en el caso de los municipios con más contagios tienen además otro componente.

Y es que, al detallar las medidas para la hostelería, Feijóo advirtió que “tampoco se debe en ningún caso hacer reuniones de no convivientes en los domicilios” a partir de las 18.00 horas, aunque admitió que se trata de una “recomendación” porque la Xunta carece de medios para aplicar esta medida como una prohibición.

También puso de relieve el presidente que la recomendación de que no se celebren encuentros de personas que no residen en la misma vivienda se extiende a todo el día y a toda la comunidad gallega, porque “no se pueden sustituir los encuentros que se pueden hacer en la hostelería hasta las 18.00 horas por reuniones en los domicilios a partir de las 18.00 horas”, actitud que para Núñez Feijóo supondría un “autoengaño”. El nuevo escenario causado por las restricciones hará que las visitas a pacientes en los hospitales tan solo puedan ser realizadas por una persona.

Tras hacerse públicas las nuevas restricciones, el Concello coruñés anunció que el espectáculo teatral Don Quijote somos todos, de la compañía Teatro del Temple, que se representará el sábado en el Teatro Rosalía Castro, adelantará su horario a las 20.00 horas para que el público pueda cumplir el toque de queda. También los cines del Fórum Metropolitano, cambiarán su horario, ya que las sesiones de hoy y mañana serán a las 20.00 horas y las de los sábados a las 17.15, 17.30 horas y 20.00 horas.

Los alcaldes de los municipios afectados acatan las nuevas medidas pero exigen compensaciones para la hostelería

La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, expresó ayer su respeto por las nuevas restricciones anunciadas por la Xunta ante “el preocupante crecimiento de los contagios” y señaló que habrá la “máxima colaboración” del Concello con la administración autonómica para aplicarlas. Pero Rey reclamó además que el Gobierno gallego ponga en marcha de forma urgente “un plan de rescate para la hostelería” que garantice la continuidad de ese sector. “Es necesario que la Xunta articule nuevas y más amplias ayudas a los sectores que sufren de forma directa las consecuencias económicas de estas restricciones”, manifestó la alcaldesa.

El alcalde de Culleredo, José Ramón Rioboo, declaró que el Concello respetará las nuevas medidas y que intensificará los controles tanto sobre las distancias y las mascarillas como sobre el cierre perimetral. También advirtió que denunciará las situaciones que generen riesgo para la salud pública y que habrá “tolerancia cero con esos comportamientos”. Rioboo aludió además a las pérdidas que causarán las restricciones en la economía local, en especial en la hostelería, por lo que reclamó medidas de compensación para los sectores perjudicados.

Para el regidor de Arteixo, Carlos Calvelo, la situación actual es “compleja” porque considera que los contagios en su municipio están “disparados” al haber subido de 220 a 250 casos activos del martes al miércoles, lo que supone una “incidencia elevada”, la más alta de la pandemia, que le lleva a decir: “Hay que aceptar las medidas”.

“Los problemas graves muchas veces exigen soluciones severas”, reconoció Juan Manuel Rodríguez, alcalde de Cerceda, aunque destacó el “golpe duro” que supondrá para la hostelería a pesar de que no la consideró como uno de los principales focos de contagio por las medidas de control que adopta. También se mostró “esperanzado” de poder controlar la pandemia gracias a la dispersión de la población en este municipio.