“Si utilizamos los muelles solo para pasear y no para crear riqueza, ¿a qué nos vamos a dedicar? ¿de qué va a vivir la ciudad?”. Las palabras de Luis del Moral, director de la consignataria Rubine e Hijos y responsable de la terminal de cruceros, resume el sentir de diversos sectores portuarios, que piden un proceso abierto que compatibilice los usos ciudadanos y la actividad industrial y de servicios cuando se reabre el debate por la reordenación de la fachada marítima tras la llegada a la Presidencia de la Autoridad Portuaria de Martín Fernández Prado y tras la publicación del plan realizado por la Universidade da Coruña (UDC) y encargado por el Concello. Hace unos días fue el sector pesquero el que pedía “diálogo y una reserva de espacio para crecer” de la mano de sus socios comerciales y ahora es el de tráfico de pasajeros y mercancías, el de la práctica deportiva y recreativa y los trabajadores del puerto los que se ponen a disposición de las autoridades, de las que esperan una escucha activa, un futuro trazado a partir de sus necesidades. La próxima cita, el martes día 23 en una reunión en la que estarán representados Puertos del Estado, Xunta, Autoridad Portuaria, Diputación y Concello.

Del Moral, vocal de la Asociación Nacional de Consignatarios de Buques, anhela en primera instancia que “los barcos puedan volver” tras “un año” sin actividad y en el que se siguen sucediendo las cancelaciones, pero fija también la vista más allá y remarca su idea de que “los muelles deben crear riqueza en la ciudad”. “¿De qué vamos a vivir? Tenemos poquitas industrias. A Coruña es una ciudad de servicios, pues vamos a dar servicios”, apunta. Hasta el inicio de la pandemia el tráfico de pasajeros era un sector alza en el Puerto de A Coruña, que se había convertido en el líder español de la franja atlántico-cantábrica con más de 130 cruceros en 2019.

Uno de los atractivos de la dársena coruñesa era su cercanía a la ciudad, ir del barco al centro en dos pasos, una centralidad que Del Moral espera conservar, a pesar de lo trazado por el plan de la Universidad solicitado por el Concello. “Nuestro servicio tenemos que darlo donde está [en el muelle de Transatlánticos]”, avanza y se explica. “Estaría bien hacer una terminal más grande, porque esta se ha quedado pequeña. Pero hay que ser serios. Embarcar en un crucero es como hacerlo en un avión. Hay que hacer ahí el control de seguridad, no podemos llevarlos de un muelle a otro”, cuenta.

Lamenta que los expertos de la UDC les hayan “ignorado, ni hayan preguntado” y ve importantes lagunas en el plan de llevarse la terminal a Calvo Sotelo con la idea de construir un complejo tipo Leixões como telón de fondo. “Tirar la terminal para llevarla allí me parece de una ignorancia tremenda. El único muelle en el que podría atracar algún barco de más de 250 metros sería Calvo Sotelo Sur y habría que hacer una maniobra en Z. Se utiliza cuando llega alguno, pero no significa que sea el mejor. No sabe [la UDC] ni las características de los muelles ni las necesidades del Puerto”, concluye Luis del Moral, que ya ha mantenido contactos con Martín Fernández Prado, en el que percibe una mayor “sintonía” en sus demandas.

La Asociación Provincial de Consignatarios y Estibadores de A Coruña, dedicada al tráfico de pasajeros y mercancías y que preside Patricio Erhardt, prefiere guardar silencio hasta que avance el proceso.

Esa petición de diálogo es una constante en los últimos días y es lo que aguardan los agentes implicados en este proceso. De hecho, Torcuato Teixeira, secretario general de Pescagalicia y vicepresidente de la Lonja, valoró “la voluntad política”, pero echó de menos algo de “sensibilidad” en la elaboración del informe, por no haberse puesto en contacto con el sector pesquero antes de trazar y exponer su plan, promovido por el Concello.

Trabajadores

Los trabajadores remarcan que “velarán por sus intereses” en esta transformación siempre con la vista puesta en que “no afecte al empleo y no se pierdan competencias”, según palabras de José Ramón Piñeiro, sindicalista de UGT y representante de los trabajadores en el consejo del Puerto de A Coruña. Revela que “no van a ser cortapisa” para ningún avance y solución bajo esas premisas y creen que “hay que aprovechar esta gran oportunidad de desarrollo para la ciudad, ahora que parece que cambian las cosas”. “Hay que conciliar todos los aspectos y con buena sintonía todo llegará”, agrega.

Actividad deportiva

La actividad deportiva y recreativa, representada en el Náutico de A Coruña, quiere sumar también en este cambio. Su presidente, Fernando Cobián, se considera “muy satisfecho” con las instalaciones de las que disponen en Marina Real, más allá del anhelo de alguna mejora en el acceso al mar de la escuela de vela. Eso sí, centra su deseo en participar en el diálogo que se generará. “Nos gustaría ayudar, que se cuente con nuestra actividad y con nuestra opinión. Sabemos que no será en exclusiva porque en Oza y en el Club del Mar también se hace un gran trabajo, pero nos gustaría estar ahí. Si nos ponemos todos de acuerdo, todos saldremos beneficiados”.