A Coruña

Los problemas que presentan para el tráfico las intersecciones existentes en las plazas de Ourense y de Pontevedra hacen que el Gobierno local prevea modificar la regulación existente en la actualidad en ambos lugares, aunque el proyecto se plantea a medio plazo, una vez que se instale el carril bus de Juan Flórez y se inicie el proceso de transformación de los muelles. En el caso de la plaza de Ourense se intentará resolver el problema que supone la imposibilidad de dirigirse desde la calle Fontán a avenida do Porto, lo que impide canalizar hacia el túnel de la Marina el tráfico procedente de la avenida de Arteixo.

Este inconveniente obliga ahora a los conductores que entran en la ciudad a través de esa vía a girar a la derecha al llegar a Juan Flórez y luego a la izquierda en Marcial del Adalid para alcanzar Linares Rivas en un punto donde pueden torcer posteriormente hacia avenida do Porto. En el caso de la plaza de Pontevedra, el Gobierno local se plantea permitir el giro a la izquierda desde San Andrés a Juana de Vega con el fin de desviar por esa calle parte del tráfico que ahora sale de la ciudad por Juan Flórez, vía con una densidad circulatoria ya muy elevada y que el estudio para la implantación del carril bus prevé que se intensifique con la adopción de esa plataforma exclusiva para el transporte público.

El concejal de Movilidad, Juan Díaz Villoslada, considera que Juana de Vega está “absolutamente inutilizada en el sentido de salida”, por lo que defiende desviarlo por ella parte de la circulación que llega a la plaza de Pontevedra. La posición de la plaza de Pontevedra en el istmo coruñés motiva que padezca una elevada densidad de tráfico. Las diferentes ordenaciones urbanísticas que ha tenido en las últimas décadas han tratado de dar solución al problema y la última, concluida en 2009, incluía la propuesta del arquitecto José González-Cebrián Tello, autor del proyecto ganador del concurso municipal, de llevar la salida del túnel hasta el inicio de Juan Flórez y trasladar la cafetería Manhattan, aunque el Gobierno local del momento se opuso a estas medidas.

Sobre la plaza de Ourense, Villoslada advierte que para introducir modificaciones en ella será necesario estudiar la relación de este espacio con el puerto, en el que en breve quedarán abiertos al público los muelles de la Batería y Calvo Sotelo.

Tras la apertura del túnel de la Marina se comprobó la dificultad para acceder a la avenida do Porto para el tráfico que procede de la avenida de Arteixo, problema agravado por la imposibilidad de girar hacia la izquierda en Entrejardines hacia avenida do Porto y que antes de la construcción del vial subterráneo de la Marina resolvía el desvío a la izquierda desde esta avenida a la altura de la Autoridad Portuaria que permitía llegar al túnel de María Pita.

El Gobierno local de Marea Atlántica descartó en 2016 permitir que se atraviese la plaza de Ourense desde la calle Fontán, ya que el entonces concejal de Mobilidade, Daniel Díaz, lo calificó como “uno de los nudos más complejos entre los regulados con semáforos en la ciudad”. Como alternativas planteó el paso por Juan Flórez, Marcial del Adalid y Linares Rivas, así como el desvío desde Fontán a Sánchez Bregua, Juana de Vega y el paseo marítimo, desde donde es posible llegar también a Monte Alto, además de a través de San Andrés y la plaza de España.

También la ubicación de la plaza de Ourense, en el extremo contrario del istmo, la convierte en uno de los puntos más transitados de la ciudad, por lo que su ordenación ha sido objeto de diferentes propuestas en los últimos años. El concurso municipal para la ordenación de los muelles convocado en 2018 aportó ideas para este lugar, ya que el equipo autor de la propuesta Nósfíos planteó soterrar el tráfico entre la avenida do Porto y la plaza de Ourense, pero también entre ese lugar y la plaza de Pontevedra. El plan incluía también el derribo del viaducto de Linares Rivas y el desvío del tráfico por detrás de la Delegación del Gobierno hasta avenida do Porto. Otra de las propuestas del concurso, denominada Growing Together, defendía para la plaza de Ourense la regulación de la circulación mediante una rotonda.

En 2017, Gonzalo Pereiro Boquete presentó como proyecto de fin de máster en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidade da Coruña una propuesta para resolver el paso por la plaza de Ourense mediante una glorieta y un vial subterráneo. Su trabajo, premiado con matrícula de honor, situaba la glorieta entre Fontán, Sánchez Bregua, Linares Rivas y avenida do Porto, mientras que el túnel tendría solo dirección de salida de la ciudad desde avenida do Porto hasta Linares Rivas, con una longitud de 252 metros, de los que 112,4 estarían soterrados.

Pereiro calificaba de “drástica” su propuesta, de la que decía que mejoraría el tráfico, al que ahora perjudica la regulación de los semáforos de la Delegación del Gobierno y de Linares Rivas y el que permite el desvío a la calle Picavia, ya que los vehículos que proceden de avenida do Porto se ven obligados a esperar en ese punto. Su primera idea fue la construcción de un metro ligero, que abandonó para dejar paso a una rotonda, a la que luego añadió el túnel, lo que permitiría atravesar desde Fontán a avenida do Porto.

Ese mismo año, Iñaki Vales-Villamarín Navarro, arquitecto técnico e ingeniero de edificación, propuso construir un viaducto desde avenida do Porto hasta la confluencia de Linares Rivas y Alfonso Molina. El vial, denominado Viaducto Verde, partiría de la zona de la Jefatura Superior de Policía, sobrevolaría la parcela de la Delegación del Gobierno y saldría a la mediana de Linares Rivas, sobre la que discurriría de forma elevada hasta descender en el cruce con Ramón de la Sagra y Alfonso Molina. Su autor lo calificó de “solución atrevida, pero posible y factible”.