En las paredes de La Galleta Music Shop hay un póster de un concierto de Nirvana del 94 junto a otros de Bob Dylan y los Ramones. Hay también un dibujo que Tomás Pereira hizo para la actuación de Loquillo en Santiago en el 89. Hay banquetas con discos de vinilos y revistas en las estanterías. Un nuevo mundo en el que perderse, ideal para los amantes de la música, que abrió ayer sus puertas en la Estrecha de San Andrés. “Ha venido mucha gente por aquí y antes de abrir, cuando estábamos descargando, veíamos que los que pasaban se paraban y hacían fotos al escaparate”, cuenta Alejandro Núñez, que junto a Javier Fernández ha convertido su tienda online en un sitio en el que tocar, buscar y comprar.

Recuperan “la esencia de buscar vinilos” y pasar horas en la tienda para dar con la pieza perfecta. La pandemia no ha afectado a sus planes, por lo que estos dos socios siguieron adelante con la idea de abrir La Galleta Music Shop en el centro de la ciudad. “Tenemos La Bola de Cristal en la calle Barrera, pero estando como está la hostelería, pensamos que teníamos que meternos en otra cosa”, confiesa Núñez.

Javier Fernández asegura que “muchos usuarios de la página web” les preguntaban cuándo iban a tener una tienda física. Eso también les sirvió de empujón. Tienen más de 30.000 volúmenes, muchos todavía sin tasar. “También trabajamos a domicilio. Vamos a las casas a tasar las colecciones y también los equipos de música”, señala.

Su compañero Alejandro Núñez apunta que “el vinilo siempre estuvo en auge, pero ahora más porque a las nuevas generaciones les gusta comprarlo”. Es momento de coleccionar y disfrutar de los analógico. En la tienda están colocados por precio “por cuestión de logística” y están distribuidos y ordenados de una forma que invitan a pasar tiempo buceando entre ellos.

Los dos impulsores de esta tienda de música miran hacia el futuro, cuando ya no haya coronavirus, y comentan que se unirán a todas las iniciativas “de promoción de música y conciertos” de A Coruña. “Venderemos entradas”, detallan, aunque no pueden precisar cuándo será eso. De momento, se quedan con los discos, los vinilos e incluso los casetes, que están empezando a resucitar.