La cantautora Mabel Flores regresa a la ciudad tras dos años para abrir la nueva edición del festival Elas son artistas, donde presentará Meraki, un disco bailable pero con un marcado tono reivindicativo.

Vuelve al festival Elas son artistas tras dos años. ¿Qué ha cambiado en este período?

A nivel artístico, la vez que estuvimos en 2019 estábamos presentando Entre Mujeres, mi segundo álbum. Esta vez acabamos de publicar Meraki, el álbum de estudio, con que lo que cambia es el repertorio. Traemos canciones nuevas, aunque también algunas de Entre Mujeres producidas de nuevo. Paralelamente, cambia la formación, ya que en 2019 fuimos a trío, batería, bajo y guitarra, y esta vez vamos a cuarteto, porque la bajista no vendrá, pero sí que vendrán el teclista y la trompetista y habrá muchísima percusión.

Lo que se encuentren en el público también será diferente debido a las circunstancias.

Sí, supongo que sí. El concierto de 2019 fue en butacas también. El aforo será más reducido, con mascarillas y todas las medidas de seguridad, pero esperamos que el público venga con ganas y esté abierto.

Elas son artistas reivindica a las mujeres creadoras y creativas. ¿En qué medida es importante que continúen existiendo estos espacios que den visibilidad a las mujeres artistas?

Yo creo que es imprescindible. Las estadísticas hablan por si solas, los carteles de los festivales no son paritarios ni mucho menos, sino al contrario. Encontramos muchos en los que la participación femenina es nula o muy escasa. Creo que es imprescindible que sigan existiendo espacios, no solo para revindicar nuestra arte sino para darnos visibilidad, revertir esta estadística y que haya una mayoría femenina en el cartel. Es imprescindible porque creo profundamente que no hemos conseguido la igualdad, queda mucha faena por hacer.

Es una reivindicación que lleva con mucha frecuencia a sus letras.

Es algo que vivimos la mayoría de mujeres, somos como más conscientes de ello y nos damos cuenta de las agresiones que sufrimos en el día a día, de los privilegios que tiene el hombre en el mundo de la industria musical. Nosotras parece que tenemos que estar demostrando todo el rato que estamos a la altura, que podemos ocupar escenarios. Cuesta ser la líder de un proyecto en la que hay mayoría masculina, parece que no tienes la experiencia y los conocimientos simplemente por ser mujer. Es una lucha constante que desgasta, más que estar comprometida con ello, como forma parte del día a día, me resulta imposible no hablar de ello en mis canciones, que al final son un reflejo de mi vida.

¿Sigue notando este paternalismo de la industria?

Absolutamente. Hay una jerarquía en la propia industria. Por ejemplo, los productos autogestionados tienen muy difícil sacar la cabeza en ciertos circuitos profesionales, porque no tenemos una oficina detrás, que sería la cumbre de la pirámide. Si además le sumas que eres mujer, parece que no sepas tanto de todos los aspectos técnicos, es un desgaste constante.

Usted tiene productos autoeditados, pero en esta ocasión, sí que cuenta con una empresa productora detrás.

Lo que tenemos es una discográfica, pero todo el tema de management y contratación lo gestioné yo misma desde el principio. Estoy muy contenta con la trayectoria que he tenido siendo autogestionada, y ahora con la discográfica tenemos ese impulso que necesitamos.

Presentarán en la ciudad su nuevo disco, Meraki. ¿A qué hace referencia el nombre escogido?

Es una palabra que viene del griego moderno, que no tiene una traducción literal, viene a significar poner el alma y el corazón en las cosas que una hace, volcarse de pleno y dejar un pedacito de una misma en ello, trabajar con mucha pasión. Soy una persona bastante intensita en ese sentido, y bastante pasional con la música, pensé que era perfecto. Además, tiene otro significado que es el de dejar a las mujeres al frente de los proyectos, dejarlas que lideren. Me parecía que casaba todo perfectamente.

Es un proyecto con un tono muy festivo y alegre, pero las letras tienen una gran carga política.

Sí, tiene mucha crítica. Internamente intentamos ser siempre conscientes de esto, hay una presencia femenina muy potente, si hay una baja intentamos que la cubra una mujer. Los compañeros que tenemos son un amor, nos apoyan totalmente y trabajan codo a codo con nosotras para que esto sea posible.