Dieciocho entidades tecnológicas, casi todas gallegas, han solicitado la ocupación de más de 9.000 metros cuadrados en la antigua fábrica de armas para instalarse en el que será el primer edificio en uso de la Ciudad de las TIC, el Centro de Servicios Avanzados (CSA), y en tres naves, que entrarán previsiblemente en funcionamiento a mediados del próximo año. Un centro tecnológico, grandes corporaciones, pymes y empresas emergentes (startups) formalizaron hasta el pasado viernes sus peticiones, después de que hasta más de una treintena de firmas participasen en el periodo de consultas abierto por la Universidade da Coruña (UDC) y el Clúster TIC de Galicia para el proceso de solicitud de espacios en las cuatro primeras naves que tendrán actividad. Los impulsores de la Ciudad de las TIC comunicarán el listado definitivo en los próximos días, tras finalizar el periodo de alegaciones.

De los 17.500 metros cuadrados de superficie que abarcan estos cuatro edificios, los 2.500 del CSA, el lugar de encuentro entre clientes y proveedores de soluciones tecnológicas, estarían completos, así como los 5.000 de una de las naves. De las otras dos, que tienen el mismo número de metros cuadrados, una también atrae una alta ocupación, informa el Clúster TIC. “La alta demanda de espacios registrados demuestra el gran interés del tejido empresarial TIC gallego por formar parte del parque tecnológico y permite pronosticar que, a medida que más edificios estén disponibles, la Ciudad de las TIC se completará al 100%”, evalúa la asociación de empresas.

La mayoría de las solicitudes proceden de socios del clúster y del CSA, empresas más cercanas al proyecto industrial y tecnológico de Pedralonga. Parte de esa demanda está garantizada con Dihgigal, del que forma parte el Clúster TIC como uno de los miembros de su directiva. Este hub de innovación digital que representa a gran parte de la industria gallega está impulsado además por el Clúster de Empresas de Automoción de Galicia (Ceaga), la Asociación Clúster del Naval Gallego (Aclunaga) y el Clúster Alimentario de Galicia. Tiene más de 450 empresas socias, entre ellas pymes, centros de competencia, startups y firmas tecnológicas.

Los cuatro laboratorios que tendrá el CSA han atraído una fuerte demanda. Once compañías vincularon su reserva de espacio al Laboratorio de Inteligencia Artificial (IA), que cuenta con elementos de demostración de sistemas reales de IA de todo tipo y preparación de datos para todo clase de procesos industriales. Otras empresas pidieron utilizar el Laboratorio de Dispositivos Inteligentes, donde habrá un área de fabricación y otra de nanosensores con aplicación en procesos del área de Internet de las Cosa. El Laboratorio Media Lab fue solicitado por otras siete firmas para modelar, capturar y simular contenidos para la industria y sistemas de mantenimiento remoto, entre otros usos. Otra empresa prevé usar el Laboratorio de Computación Cuántica, concebido para proyectos de logística compleja, análisis bancario y cripto.

El Centro de Servicios Avanzados, en el que la Xunta invierte 4,82 millones de euros a través del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), contará con laboratorios, oficinas, espacios demostradores y zonas de coworking. La reforma del edificio ha sido diseñada por un equipo de arquitectos encabezado por Carlos Pita Abad y la obra cuenta con licencia municipal desde hace un mes.

Los otros 15.000 metros cuadrados que dispondrá inicialmente la Ciudad de las TIC se los reparten de forma más o menos igualitaria las tres naves anexas, que ofrecerán oficinas de alquiler destinadas a proyectos de innovación que ocuparán las firmas tecnológicas solicitantes según las necesidades de cada una. Estos espacios plantean una distribución semejante a la del CSA, lo que daría lugar doce oficinas TIC para empresas de entre 119 a 326 metros cuadrados, según detallaba la información del proceso de solicitud de superficie. Las obras en el CSA y en las naves se iniciarán casi al mismo tiempo, de acuerdo con el calendario con el que trabajan la Universidad y el Clúster TIC.

Además de estos primeros inquilinos de la Ciudad de las TIC, el Grupo Iffe, conglomerado industrial, inmobiliario y de servicios con sede en San Pedro de Nós, ocupará tres naves, con su maquinaria actual, y el centro de pruebas de Pedralonga, tras ganar un concurso convocado para la utilización de estos espacios. Pagará un canon de 130.000 euros para ocupar estos espacios durante 18 meses, prorrogables por un único plazo de seis meses.

Definir plazos y proyectar nuevas convocatorias

El Clúster TIC de Galicia está “muy satisfecho” con la respuesta obtenida en el proceso de solicitud de espacios para comenzar a trabajar en la Ciudad de las TIC. En sus planes figura la convocatoria de nuevos procedimientos para ampliar el uso de los recursos del parque tecnológico de la antigua fábrica de armas. “Sabemos que para muchas empresas el no disponer de plazos concretos para todas las naves es un freno a la toma de decisión, pero incluso con esa incertidumbre hemos recibido una gran respuesta. Nuestra prioridad ahora es que esas tres primeras naves se pueden abrir cuanto antes, concretar plazos para otros espacios para abrir nuevas convocatorias y conseguir nuevas inversiones tecnológicas para la Ciudad de la TIC”, destaca Antonio Rodríguez del Corral, presidente del Clúster TIC. Añade que el proyecto de Pedralonga se ajusta a las demandas que la Unión Europea reúne en el ámbito de las nuevas tecnologías: “Se están abriendo nuevas convocatorias europeas de fondos en los que la Ciudad de las TIC encaja como un guante porque es el tipo de proyecto que busca Europa, que desea que en cada región exista un núcleo de alta tecnología con centros de servicio y centros de demostración, que integren el ecosistema regional de empresas, centros tecnológicos y científicos y se oferte a la demanda local para acelerar la transferencia de tecnología a las empresas”. La Universidade da Coruña, consultada por este periódico, no ofreció ayer una valoración sobre el resultado del proceso para que la Ciudad de las TIC tenga sus primeros moradores.