El programa Cubertos proporcionará por tercer año consecutivo comidas cada día de las vacaciones a 150 escolares de la ciudad en riesgo de pobreza o exclusión social gracias a la iniciativa de Afundación, Abanca y el Concello. La alcaldesa, Inés Rey, y el presidente de Afundación y director general de Responsabilidad Social y Sostenibilidad de Abanca, Miguel Ángel Escotet, firmaron ayer el convenio que permitirá llevar a cabo esta iniciativa, que en esta ocasión prestará ayuda a las familias más afectadas por la crisis económica causada por la COVID-19 y garantizará una alimentación saludable a los escolares que se benefician durante el curso de las becas comedor.

Rey agradeció a Afundación y Abanca su respaldo a este programa que evitará que el departamento municipal de Benestar Social suspenda durante el verano el apoyo a los alumnos más vulnerables. Escotet destacó que la pandemia “ha puesto de relieve la importancia vital del concepto de confraternidad, de solidaridad, entendiendo que vivir es sinónimo de ayudar, de cuidar y de estar en relación con nuestros semejantes”. Un centenar de miembros del equipo de la Obra Social de Abanca y de 120 voluntarios de Abanca y Afundación participarán en el desarrollo del programa mediante la distribución de los menús y la atención a las familias, que dispondrán de cinco puntos de entrega en la ciudad para facilitar la recogida en función de sus necesidades.