En la plazuela de los Ángeles, en la Ciudad Vieja, una placa con una concha y otra con una flecha indican que por allí pasa el Camino de Santiago. Algún anónimo ha añadido una tercera con la calavera y huesos cruzados de Gerión, nuestro malhadado primer gobernante coruñés. Además de amor por la patria chica, hay que reconocerle a nuestro ignoto señaléctico talento gráfico, ya que no se distingue de las demás en cuento a diseño. Quizás sea el mismo que, hace ya un tiempo, replicó el cartel de la calle de la Amargura para rebautizarla como Felicidad. ¡Si fuese tan sencillo realizar el cambio!