¿Se acuerdan de aquella señora que repintó el Ecce Homo de Borja con buenas intenciones pero nefasta técnica? El mismo resultado se puede ver estos días en un paso de cebra de la calle Paraguay, en el barrio de Labañou, donde las obras para parchear la calzada intentaron respetar la pintura existente... Con un resultado que hay que es difícil de describir con palabras, pero recuerda a cómo deben apreciar las cebras los leones muy miopes. Debemos felicitar a los responsables por el ahorro de pintura, pero no podemos dejar de preguntarnos si no sería preferible ser más convencionales y dar otra mano. Lo mismo se preguntan los vecinos en redes sociales.