A un local de hostelería de Oleiros han empezado a acudir clientes con PCR negativas, no ya en la mano, sino impresas en camisetas, nuevas enseñas de limpieza de sangre cual lo eran las cruces de Santiago en el Siglo de Oro. No es de extrañar, pues poderosa es la llamada de la hostelería, a la que muchos son llamados y solo los limpios de virus admitidos. La exigencia de certificados de vacunación para entrar en locales de hostelería franceses llevó a un millón de citoyens a pedir un pinchazo. En el país vecino tienen presentes las palabras de Baudelaire: “Debes estar siempre borracho, de vino, poesía o virtud”, y la mayoría no tiene capacidad para componer ripios o ser santos.