Una veintena de testigos han vuelto a declarar esta semana en el Juzgado de Instrucción número 8 por la muerte de Samuel Luiz, según el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), y el juzgado está ahora a la espera de recibir el resultado de informes policiales. De acuerdo con fuentes conocedoras del proceso, las personas que declararon esta semana ya lo habían hecho antes, cuando sobre la investigación pesaba el secreto de sumario, pero solo ante la magistrada. Ahora lo hicieron con la presencia, y las preguntas, de los abogados de las defensas y acusaciones y de la Fiscalía, y todos los testigos se han reafirmado sus primeras declaraciones.

Estos veinte testigos, según informó el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, “se encontraban en las inmediaciones del lugar de los hechos” y “la mayor parte” eran “del entorno de los presuntos agresores, aunque también de la víctima” o personas “que se encontraban en el interior del pub donde previamente habían coincidido los sospechosos y el fallecido. También declararon como testigos, Ibrahima y Magatte, los dos senegaleses que auxiliaron a Samuel Luiz. El Superior informó además de que la presunta agresión contra Ibrahima “dará lugar a una causa separada que se abordará en otro procedimiento” judicial.

Esta ratificación juega en contra de los seis detenidos por la muerte de Luiz, fallecido tras recibir una paliza mortal de madrugada por parte de un grupo de personas. De acuerdo con el sumario del caso, y según ya reveló LA OPINIÓN, al menos ocho personas identificaron “sin ningún género de dudas” a los procesados, todos ellos acusados de homicidio o asesinato (el tipo penal se concretará durante la instrucción), durante las ruedas de reconocimiento. Estos son tres varones mayores de edad (que se encuentran en prisión), dos hombres que no llegan a los 18 años (que se encuentran en un centro de menores) y una joven, la única que permanece en libertad. En conjunto, hay trece testigos directos (entre ellos los detenidos) o de referencia que identificaron al menos a uno de los procesados. Entre estos declarantes se encuentran los dos senegaleses, Ibrahima y Magatte, que intentaron impedir la agresión, y amigas de Samuel.

Los trece identifican al primer arrestado, D. M. M., de 25 años y novio de la chica investigada, como participante activo en la paliza que acabó en la muerte de Samuel, propinando puñetazos y patadas al muerto. Este investigado aseguró ante el juez que no había golpeado a Samuel, pero los testimonios apuntan a que fue él quien inició la pelea con la víctima y con su amiga Lina fuera del pub El Andén; según esta, y otro testigo, lo llamó “maricón” al entender que los estaba grabando. A partir de ahí hubo una primera agresión a Luiz, y después una segunda que, presumiblemente, fue la que acabó con su vida, ante el número 2 de la avenida de Buenos Aires.

Después de estos ataques, una testigo siguió al primer acusado, su novia y un amigo de estos hasta el parque Europa. Declara que la joven le dijo a su pareja: “Cómo lo dejasteis, algún día te van a dar a ti las hostias” y que este le respondió: “Puto maricón, si era un maricón de mierda”. Según esta declaración, el investigado metió en el estanque del parque un pie que tenía lesionado, y tenía manchas en el polo que, según admitió él mismo, eran de sangre. Un análisis de ADN ha identificado células epiteliales en la cara del fallecido que lo incriminan.

En lo tocante al segundo detenido, de 21 años e iniciales A. F. G., una cámara de El Andén lo captó metiéndose entre las ropas una botella con la que los investigadores creen que se agredió más tarde a Luiz, y también piensan que fue el que derribó al muerto haciéndole un mataleón, una llave desde la espalda. Hay testigos que lo identifican en los dos ataques que sufrió Samuel, y otros que lo ubican en una reunión de miembros del grupo de detenidos y otros a las seis de la mañana en el parque de San Diego. Un testigo señala que, cuando supo que Luiz estaba muerto o malherido, se echó las manos a la cabeza y dijo que “solo” le había dado “dos puñetazos”.

La única mujer detenida, C. S. B., tiene 19 años, y declaró ante el juez que no había participado en el ataque, e incluso había intentado detenerlo, pero Lina, afirma que la chica la empujó y alentó los golpes al fallecido; un testigo dice que la imputada impidió a la amiga de Luiz ayudarlo. La chica también defiende que solo estuvo en el primer momento de la agresión, aunque otros testimonios la sitúan al lado de su novio todo el tiempo. Además de los cargos de homicidio o asesinato, se le achaca el papel de encubridora.

El cuarto detenido, K. A. S., de 19 años, acusó a los dos primeros imputados de agredir a Luiz, y afirma que él no participó y alguien lo golpeó por detrás. Otros testigos declaran que estuvo entre el grupo agresor. También se le acusa de apropiación indebida, pues se llevó el móvil de Luiz. Él afirma que se deshizo de este después, por miedo. Un testigo dice que se lo intentó vender, si bien K. A. S. declaró que fue este, amigo suyo, el que le ofreció dinero por él.

En cuanto a los detenidos menores de edad, uno acaba de cumplir 17 años, y otro va a hacer 18 a principios de 2020. Uno tiene un antecedente por malos tratos, y había sido investigado por abuso sexual. Varios testimonios los ubican participando en la paliza mortal. En el registro en la casa de uno de ellos, la Policía encontró un objeto metálico que podría encajar con un golpe por la espalda que recibió Luiz.