Roberto R. Pereira es el responsable del centro de Salvamento Marítimo de A Coruña, que celebra estos días el 30º aniversario de la inauguración de una base del helicóptero de rescate Helimer en el aeropuerto de Alvedro. Entre las 13.00 y 14.00 horas de hoy el cuerpo realizará un simulacro de rescate en un barco en aguas próximas al Parrote. Participan un helicóptero, dos embarcaciones y un avión de Salvamento y colabora el Puerto, el 112 y la Policía Local.

¿Qué medios hay en A Coruña?

En Alvedro hay dos helicópteros que se movilizan desde el centro de A Coruña o del de Finisterre. Eso nos permite tener siempre un repuesto si hay un problema con el helicóptero de guardia. El resto de bases españolas solo tienen uno, y de un modelo más pequeño que el nuestro. En Galicia, por ser un lugar de paso de miles de mercantes y las condiciones meteorológicas de invierno, que son muy adversas, se decidió que se necesitaba una máquina de mucha capacidad y muy potente. Hay otro helicóptero en la costa de Lugo, otro en el aeropuerto de Santiago, y allí también tenemos un avión de patrulla marítima de ala fija. La de A Coruña es la base mejor dotada de toda España.

¿Cómo son las aeronaves?

En 2015 empezó a funcionar el nuevo Helimer, un Eurocopter conocido en el ámbito militar como Super Puma. Es de última generación, con mucha capacidad: se han llegado a evacuar 20 personas de una sola vez. También tiene mucho alcance. Puede hacer rescates prácticamente en mitad del golfo de Vizcaya, y los ha realizado en zonas de responsabilidad de Inglaterra o Francia porque disponemos de mejor material que ellos. Está marinizado para operaciones de búsqueda y rescate, y lleva equipos extras, como un sistema de seguimiento de objetivos.

¿Marinizado?

Cuando rescatas a una persona del mar viene mojada, y en un helicóptero normal no es normal que haya agua en la cabina. En el nuestro, los equipos electrónicos y el interior están protegidos para que el agua marina y el salitre no los destruyan. También tiene un sistema que se activa en caso de amerizaje [aterrizaje en el agua]. No es para casos normales, sino para emergencias: consiste en una especie de flotadores, semejantes a un airbag, que se despliegan y aseguran la máquina que permanezca a flote. Se acaba hundiendo, pero da tiempo al rescate de la tripulación. También lleva equipo especial para rescates, como la grúa por la que baja el rescatador y por la que suben las personas rescatadas al aparato. El helicóptero tiene dos turbinas, por si una falla lejos de la costa; así puede volver a tierra.

¿Cómo evolucionó el equipo?

Los cambios han sido muy, muy importantes. La primera máquina que estuvo en el año 1991 en Alvedro era muy buena en aquellos momentos, pero en comparación con el de ahora es como una guagua de las que circulan por Colombia con un Fórmula 1.

¿Cómo es el equipo humano ?

Salvamento Marítimo no son solamente los helicópteros: también el personal de los centros de coordinación, que reciben las emergencias y reciben los medios que se deben utilizar; los que trabajan en nuestras 35 embarcaciones rápidas de rescate en la mar; en la plantilla de remolcadores de altura; en los tres aviones de patrulla marítima... El sistema de trabajo es muy particular y requiere vocación. Implica saber que te puedes jugar la vida por salvar a otras personas o el medio ambiente. Las emergencias graves siempre suceden en momentos malos, de noche y con malas condiciones. Las tripulaciones del helicóptero hacen guardias de doce horas de día y viven en el hangar durante estas: allí tienen su gimnasio, cocina y camarote.

En estos treinta años suman 12.000 horas de vuelo en emergencias, y 1.200 personas rescatadas. ¿Cómo es la intervención tipo?

Nunca se sabe lo que te vas a encontrar durante el día. No es solamente rescate: los helicópteros hacen vigilancias anticontaminación, y con el Prestige volaron miles de horas buscando manchas; y buscan personas desaparecidas. En A Coruña hacemos rescates de todo tipo: desde un accidentado en un pesquero que es urgente sacar a evacuaciones médicas. Y rescate en acantilados, que es muy típico aquí: pescadores de caña, bañistas atrapados por la marea, paseantes que caen entre las rocas, percebeiros que han resbalado y se han roto una pierna...

¿Cómo será el simulacro?

No es un acto institucional ni mucho menos. Está dedicado a las familias de las tripulaciones, que hacen muchos ejercicios para estar continuamente entrenados. Haremos uno de los que se suele hacer a horas intempestivas en la zona cercana al Puerto, para que tenga visibilidad.