El ocio nocturno está dando pasos adelante para recuperar su actividad, pero de momento lo hace con limitaciones. Representantes del sector exigen un protocolo estable, similar al de la hostelería, para evitar nuevos cierres y recuperar su horario habitual. “Sí o sí tenemos que seguir abiertos porque si cerramos sería la muerte definitiva del sector”, sentencia el gerente de Pelícano y presidente de la asociación Galicia de Noite, Luis Diz, que defiende la utilización del pasaporte COVID.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, avanzó hace unos días que el Gobierno gallego prepara un protocolo específico para el ocio nocturno. Diz señala que, entre las propuestas, se ha insistido en la necesidad de evitar cierres. “Si hay cuatro niveles según la incidencia, que el aforo cambie, pero que nunca se cierre”, apunta. Así, los aforos podrían ir variando del 100% al 50% según la situación epidemiológica.

En la actualidad, el ocio nocturno abre hasta las tres de la madrugada, con aforos muy limitados y con un registro de entrada de clientes. En salas como Pelícano, los clientes disponen de una aplicación en la que meten sus datos para generar un código QR con el que acceder al interior del local. Ni PCR, ni test de antígenos ni certificado de vacunación. Pero para recuperar el 100% del aforo y el horario habitual, el presidente de Galicia de Noite propone “solicitar el pasaporte sanitario”, es decir, presentar un documento que acredite que el cliente ha pasado la enfermedad o que está vacunado. Sin embargo, hace unas semanas, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) anunció su negativa a la petición por parte de la Xunta de un aval para imponer de nuevo el certificado COVID para acceder al interior de los locales de hostelería y ocio nocturno.

Diz explica que a las discotecas y pubs acceden mayores de 18 años, y “todos deberían estar vacunados”, lo que permitiría al sector trabajar con una mayor seguridad. Sanidade informó a representantes del ocio nocturno que a partir del 20 de septiembre, todos los mayores de 12 años tendrán la pauta de vacunación completa. “Si se acepta el pasaporte sanitario, a las discotecas no podrá entrar gente no vacunada, lo que también hará que los jóvenes que no se la hayan puesto, se decidan”, analiza el gerente de la Pelícano, que de momento solo abre jueves y sábados con un 50% del aforo, es decir, 1.500 personas. La sala INN reabrirá hoy con el concierto de Ginebras. Brit y Amura también abren los domingos.

La mascarilla sigue siendo obligatoria salvo en el momento de consumir, hay aforos reducidos en los baños y gel hidroalcohólico por todas partes. “Estamos abriendo paulatinamente porque, en algunos casos, con la reducción de aforos no compensa. Queremos aumentarlos y recuperar nuestro horario habitual”, insiste Luis Diz, que cree que es importante dar esta opción a los clientes, pues con el cierre a las tres de la madrugada “la fiesta sigue en las calles y en las casas”.

El ocio nocturno se fija en lo que está pasando en otros países de Europa, en los que su sector ya ha retomado la actividad con total normalidad, aunque se mantienen ciertas medidas antiCOVID, pero ya pueden trabajar con horarios normales y un aforo al completo. Para discotecas y pubs “no tiene sentido” que se limiten sus horarios si luego la gente se concentra en las calles.

Estos establecimientos llevan meses sufriendo los golpes de la crisis provocada por el coronavirus. El confinamiento cerró pubs y discotecas, como ocurrió con todo lo demás, aunque hubo una pequeña reapertura el verano pasado, con aforos muy limitados y la prohibición de bailar. Las verjas se bajaron de nuevo durante todo el invierno y la primavera, hasta que el pasado junio la Xunta hizo pruebas pilotos para comprobar si el ocio nocturno era seguro. Pelícano fue una de las salas elegidas. Los clientes entraron con test de antígenos negativos y mascarilla. El Gobierno autonómico concluyó que había sido un éxito, pero estos espacios de ocio estuvieron cerrados casi todo el verano. Ahora vuelven a tener gente, pero las medidas siguen ahogando al sector.