Un marqués venido a menos, un mayordomo que lo domina todo, una criada perversa y un hijo ilegítimo. En contraposición, un sacerdote cultivado, sensible y recto que viene a poner las cosas en su sitio. El contraste entre la modernidad de la ciudad y la brutalidad del rural. Los pazos de Ulloa, de Emilia Pardo Bazán, tiene el drama familiar como premisa, y la denuncia a la violencia y la brutalidad como trasfondo. El dramaturgo Eduardo Galán propone, en una adaptación que se estrenará hoy y mañana a las 20.30 horas sobre las tablas del teatro Rosalía, una adaptación que realza este trasfondo de denuncia y recupera uno de los clásicos más leídos y celebrados de la condesa.

Bajo la dirección de Helena Pimenta y con Pere Ponce, Diana Palazón, Marcial Álvarez, Esther Isla, David Huertas y Francesc Galcerán en el elenco protagónico, Los pazos de Ulloa llega en primicia a la ciudad, sin pretenderlo, en el mejor momento: en el año en el que se celebra el centenario del fallecimiento de Emilia Pardo Bazán y el día justo de su nacimiento Una circunstancia que, según asegura el autor de la adaptación, es fruto de la casualidad. “Hace cuatro años adaptamos a Galdós. Fue cuando me empecé a interesar por esa mujer tan independiente, tan luchadora, pero tan conservadora. Primera mujer catedrática de Universidad, primera mujer socia del Ateneo, primera mujer socia de la SGAE”, enumeró, en la presentación de la obra, el dramaturgo Eduardo Galán. La relectura del clásico dio pie al guion de la adaptación, que estuvo listo justo a tiempo para coincidir con la conmemoración del centenario. De los muchos elementos significativos de la obra, elenco y responsables destacan uno: su vigencia, pese a haber transcurrido más de 100 años desde su publicación. “Tiene algo esencial: esa denuncia de la violencia entre hombres y contra las mujeres, que hoy, por desgracia, sigue habiendo mucha”, aseveró Galán. La directora de la pieza, Helena Pimenta, que agradeció al dramaturgo haberle permitido acercarse a la figura de la escritora a través de esta adaptación, refrendó sus palabras: “Tenía prejuicios hacia su figura, como mucha otra gente. Como mujer, podría haberme dado cuenta de que se le ha hecho luz de gas en muchas cosas. La he descubierto desde lo escénico, que es mi espacio. Creo que, si hubiese conocido antes a esta mujer, habría sido una ayuda para descubrir situaciones que en mi generación no hemos sido capaces de formular y visualizar: cómo la mujer está sometida, que es algo que hemos heredado, a buscar el destino y la satisfacción del hombre”, refirió Pimenta.

La alcaldesa, Inés Rey, reiteró el compromiso del Concello con el sector cultural y con la conmemoración de la figura de Emilia Pardo Bazán en el año de su centenario. “Novelista se queda escaso para definir la figura de Emilia Pardo Bazán, que fue más: un referente cultural absoluto, articulista, ensayista, traductora de sus propias obras, un personaje completo como mujer y como intelectual”.