Para la fotógrafa Marta Capote, Cuba es luz, es color, es cultura y diversidad y, por eso, después de un viaje en 2018 a la isla para dar una clase magistral sobre edición de imágenes se encontró con que había disparado su cámara “miles de veces”, tenía miles de instantáneas que inmortalizaban todo lo que había vivido en aquellos días, en un país que, asegura, “no se parece a ninguno”. Entonces, se armó de paciencia y empezó a elegir y a combinar, a descartar y a recuperar hasta quedarse con una selección definitiva que, hasta el 15 de octubre puede verse en la sala Monty4. Dice Marta Capote que este Sabor!!! Desde Cuba, es solo una tercera parte de las fotografías que eligió del viaje y que le quedan todavía muchos recuerdos por mostrar.

“Cuba es maravillosa para hacer fotos y para todo. Sufren desde hace un montón de años un bloqueo que no hay quien lo aguante y se apañan con lo que tienen. En Cuba reparan las cosas, que es algo que nosotros ya no hacemos porque somos muy consumistas, en cuanto se nos estropea algo ya lo tiramos y compramos otro. Ellos no, ellos se buscan la vida para arreglar lo que tienen”, comenta Capote, que volvió a la ciudad después de haber conocido muchos de los enclaves del centro de la isla, desde La Habana a Camagüey y de haber capturado con su cámara las risas de los niños, los bailes, los colores y los paseos de los cubanos.

“Antes, cuando salía de casa sabía que tenía, por ejemplo, diez carretes de 36 fotos y que no tenía más, así que, tenía que pensarme más qué fotos iba a hacer, ahora, con las cámaras digitales, puedo hacer muchas más y me volví con miles de fotos”, comenta Capote, que tuvo la oportunidad de visitar Cuba antes de la pandemia y de poder trabajar en esta exposición durante muchos días para que quedase exactamente como ella quería, para mostrar la imagen de la Cuba que ella conoció.