La situación que se vive con frecuencia a las horas de entrada y salida del colegio Víctor López Seoane, en el barrio de Monte Alto, es cuanto menos paradójica. Los padres se agolpan en el único acceso al centro escolar, que está en el cruce en el que confluyen las calles Colón, Suevia, Pérez Quevedo y Vía Ártabra. Pero es tal la cantidad de gente que se concentra que la calzada queda bloqueada al tráfico. Ante esta situación, varios conductores han improvisado una curiosa solución: desviarse con sus vehículos por una vía peatonal cercana, la calle Oriente. De este modo, los peatones toman la calzada y los vehículos a motor se apoderan del espacio de los viandantes. Todo un intercambio.