El Ayuntamiento prevé presentar una modificación de los presupuestos municipales en la que se incluye pedir un crédito de algo más de un millón de euros, destinados a cubrir la parte del Concello en programas de inversiones de la UE y subvenciones participadas por el Estado y la Xunta. Este gasto no estaba previsto en las cuentas de 2020, y por tanto tampoco en las de este año, que son prorrogadas. Se trata del programa europeo de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (DUSI) y las Áreas de Rehabilitación Integral (ARIs) de Casas de Franco-Ventorrillo, Grupo de Viviendas María Pita y Centro Histórico-Pescadería.

La estrategia DUSI lleva financiando proyectos urbanísticos en la ciudad desde el mandato pasado, entre ellos la rehabilitación del mercado de Adormideras o el entorno del mercado de San Agustín. En cuanto a los ARIs, se trata de subvenciones que se conceden a los vecinos para la rehabilitación de viviendas, y en cuya financiación participan el Ministerio de Fomento, el Gobierno gallego y el Concello.

En la próxima convocatoria de las áreas de rehabilitación, que se corresponde con 2022, a las Casas de Franco y O Ventorrillo se destinan unos 530.000 euros y para el casco histórico de la Ciudad Vieja y Pescadería (un proyecto que va por su octava fase) la cifra es de algo más de 237.000 euros, mientras que en el grupo de viviendas de María Pita la suma supera los 571.000 euros. La aportación municipal es de unos 446.000 euros. De acuerdo con la intención municipal, el préstamo, que será de largo plazo, también financiará proyectos del servicio de bomberos.

El expediente de modificación de crédito se iba a llevar a la sesión de la Junta de Gobierno Local de hoy, pero se retiró ayer, según fuentes municipales, debido a que todavía no se había incorporado parte de la documentación.

Además del préstamo, también incluía algunos ajustes menores del presupuesto financiados con fondos propios. El dinero saldría de unos 48.000 euros del remanente líquido de tesorería (esto es, fondos sobrantes de las cuentas de 2020), y unos 231.000 de bajas de créditos, entre ellos fondos reservados para el bonobús y dos convenios nominativos a los que los beneficiarios han renunciado.

Con este dinero se financiarían convenios de 2020 que todavía no se han abonado, gastos de desratización y desinfección relacionados con el COVID y subvenciones para el sector del taxi. Una pequeña cantidad se destina al proyecto de inversión Eidus, y una porción de los fondos del remanente, procedentes del programa europeo Erasmus e ingresados en 2020, irían a los museos científicos. Tras aprobarlo la Junta de Gobierno Local, la modificación deberá aprobarse en el pleno, y, en el caso del préstamo, abrir una licitación para contratarlo.