El asentamiento chabolista de A Pasaxe tiene las semanas contadas y, cuando la última de las seis familias que todavía reside ahí se marche, se pondrá fin a 35 años de vida de este poblado que propició el Ayuntamiento en 1986 —con el socialista Francisco Vázquez en la Alcaldía—, cuando movió a este enclave, al lado de la ría de O Burgo, a algunas de las personas que vivían en barracones en A Cubela, una zona que, para entonces, estaba a punto de ser urbanizada. Como referencia, el centro comercial Cuatro Caminos, en la calle Ramón y Cajal, abrió sus puertas en septiembre de 1987.

La Demarcación de Costas entregó este miércoles una carta a los residentes que todavía quedan en el poblado de que tienen quince días para abandonar voluntariamente sus infraviviendas o que la Administración procederá al desalojo forzoso. Los afectados tienen la posibilidad de demorar su marcha interponiendo un recurso contra esta decisión y ganar, de este modo, un poco más de tiempo, aunque, con el paso de los días Costas recuperará este terreno, ya que es de dominio público.

Esta condición es la que evita que las familias de A Pasaxe —algunas con más de treinta años de historia en el asentamiento, ya que, primero vivieron en la antigua Conservera Celta y después, en su enclave actual— generen derechos sobre el terreno que han habitado, como ocurre en otros casos.

La concejala de Benestar Social, Yoya Neira, preguntada por este diario, explica que siguen trabajando con los residentes independientemente del procedimiento abierto por Costas y que este trabajo está dando sus frutos. “Actualmente quedan seis familias viviendo en A Pasaxe, todas ellas tienen una alternativa y tres abandonarán el poblado en breve”, asegura Yoya Neira.

Sobre las dudas de los vecinos que todavía resisten en las que han sido sus casas durante décadas, como que la ayuda municipal solo dura cinco años y que, después, tendrán que enfrentarse solos a buscar una vivienda si los caseros no les quieren renovar el contrato, y con la variable del racismo en la ecuación, Neira defiende que el Concello “no dejará a nadie atrás” y defiende que, hasta ahora, las familias que se han ido del poblado están “felices” en sus nuevas casas y de haber dado el paso de abandonar el poblado en el que muchos de ellos habían nacido y crecido.

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Poblado chabolista de A Pasaxe Casteleiro / Roller Agencia

La Delegación del Gobierno rechazó ayer contestar a las preguntas formuladas por este diario sobre si la Demarcación de Costas está mandando requerimientos a las empresas que están en el mismo enclave que el asentamiento chabolista para exigirles también que liberen el suelo y sobre si les pedirá una indemnización por daños y perjuicios por el coste de devolver el terreno a su estado “natural primitivo”, ya que la comunicación que recibieron los vecinos contempla esa posibilidad.

La intención de Costas es recuperar esos terrenos, que son de dominio público. Del realojo de los residentes en el poblado se encarga el Ayuntamiento que, al carecer de suficiente vivienda pública para estas familias, les ofrece ayudas para alquilar otros alojamientos que se ajusten a sus necesidades en el mercado privado. Tras la recuperación de este enclave, la zona de A Pasaxe se verá inmersa en un proceso de cambio a corto plazo, ya que el Ministerio para la Transición Ecológica adjudicó provisionalmente el proyecto de regeneración de la ría de O Burgo, que tendría que empezar antes de que se acabe este año.

En esta intervención, no se trata solo de dragar del estuario sino también de acondicionar el entorno para que el terreno ganado a los lodos permitan la actividad de los vecinos, por ejemplo, con la construcción de un paseo. Esta obra tiene un plazo de ejecución de 26 meses. La adjudicación provisional a Acciona está, actualmente, recurrida y tendrá que ser el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales quien decida si prospera o no la concesión inicial. Por otra parte, en diciembre del año pasado, el Gobierno local suspendió las licencias de obra en la zona que va desde la playa de Oza al puente de A Pasaxe para ordenar el área y facilitar su uso ciudadano. Poco después, el Concello sacó a concurso el contrato para que una empresa colaborase en el futuro diseño del litoral, un procedimiento que ganó la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por las firmas Freire y Vázquez y Terravanza. Esta firma defiende la creación de un cinturón verde en el que se integren las construcciones actuales, entre ellas, las vías del ferrocarril. El Concello rechazó ayer ofrecer información a este diario sobre la evolución de esta propuesta.

El BNG se pronunció ayer sobre el proceso de desalojo del asentamiento de A Pasaxe a favor del “diálogo” entre las partes afectadas.