La Dirección Xeral de Patrimonio Cultural ha dejado en suspenso su dictamen sobre el estudio de detalle presentado por la promotora que prevé edificar en dos parcelas de A Maestranza, Lipromo A Coruña S.L.U., porque considera que, para emitir una resolución es imprescindible contar con más información de la que ofrece la firma. Solicita más datos sobre los restos arqueológicos y también que se reformule el proyecto para minimizar el impacto de la construcción sobre la muralla y el conjunto histórico. Esto implica la reducción de las alturas y de los volúmenes proyectados para que no afecte al paisaje.

Recreación de una de las construcciones proyectadas. | // LA OPINIÓN

La Xunta plantea cambios en la configuración del proyecto, que actualmente cuenta con varias edificaciones —una de ellas cilíndrica—, de seis alturas y planta baja. Señala la incongruencia del documento enviado por la promotora que, si bien indica que “los edificios construidos tras la ejecución de las parcelas 1 —la más cercana al Rectorado— y 2 —cercana al cuartel de Atocha— constituirán, por sus dimensiones, la fachada litoral del entorno de A Maestranza, siendo visibles desde el paseo marítimo e incluso desde el otro lado de la ría”, también concluye que “la construcción en las dos parcelas vacantes no va a suponer un cambio en el paisaje urbano” porque se “integrarán con las existentes” y mantendrán “la percepción de la fachada litoral y del casco antiguo”.

Patrimonio considera que es necesaria más documentación gráfica sobre este punto para poder ver el impacto de las construcciones. “La afectación sobre la percepción de la muralla y sobre el conjunto histórico que genera la edificación proyectada no se tiene en cuenta ni es objeto de ninguna reflexión”, enfatiza el organismo autonómico, que considera que “una propuesta más adecuada”, especialmente en la parcela más cercana al Rectorado, “pasaría por la liberación de la zona más próxima a la muralla”.

Propone también una construcción “sencilla y discreta con la eliminación de la forma cilíndrica”, que busque la continuidad y que “evite la mayor altura en la zona más elevada” para reducir su impacto en el entorno y en la apreciación de la muralla y del conjunto histórico.

Patrimonio hace hincapié en la necesidad de que se ejecuten más sondeos en la parcela 1, en la que, en 2016 se encontró un trozo del sistema defensivo del siglo XVII. Para saber si existen más restos arqueológicos y su grado de conservación, la Xunta insta a realizar más estudios y que se acaben los iniciados ya en la parcela 2. “Hasta que no se ejecuten estos sondeos, no se podrá valorar la potencialidad arqueológica de la parcela y su interés patrimonial. Este hecho impide la emisión del informe sobre el documento urbanístico que nos ocupa”, explica el organismo autonómico en este documento preliminar. Incide, además, en la falta de imágenes que permitan ver las construcciones proyectadas en relación a los conventos de Santo Domingo y Santa Bárbara, pero también con la avenida del Metrosidero. “No muestran la relación con la muralla y el conjunto histórico, obviadas completamente por el redactor, como si no existieran o fuesen irrelevantes”, apunta el informe de Patrimonio. Considera también que sería bueno actualizar los criterios sobre los que se asienta este proyecto.

“Fue formulado con unos criterios hoy obsoletos y superados”, sobre todo, cuando se refiere a la parcela más cercana al Rectorado, ya que es uno de los “pocos terrenos libres que quedan en la zona” y se rige por un modelo de los años 90.

El concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, explicó ayer a este diario que el Concello —que aprobó el estudio de detalle de la promotora— remitió estas consideraciones a la firma y que ahora será la constructora la que verá si es posible encajar los requisitos de Patrimonio en su proyecto. En caso de que fuese así, el documento pasará primero por el Concello y después, si introduce todas las modificaciones, volverá a Patrimonio para la emisión de su dictamen.

“Hay que darle una vuelta al estudio de detalle y eso es lo que le trasladamos al promotor, que es quien lo promueve porque tiene esos derechos urbanísticos reconocidos y nosotros le damos trámite. El promotor tendrá que ver las consideraciones que hace Patrimonio Cultural para reconducir el estudio de detalle en estos dos temas: volumetría, alturas y visiones del ámbito y sondeos adicionales.”, explicó ayer Villoslada, que adelantó que es un proceso “que requiere tiempo”.

En sus conclusiones, la directora xeral de Patrimonio Cultural, María del Carmen Martínez, explica que, “sin prejuicio de las limitaciones que eventualmente se puedan derivar de las intervenciones arqueológicas, desde el punto de vista arquitectónico, teniendo en cuenta todo lo indicado en el informe, se adelanta que dentro de las limitaciones del plan especial y del estudio de detalle, se deberá minimizar la afectación sobre la muralla y el conjunto histórico, permitiendo su apreciación y comprensión mediante la adaptación de la volumetría y tipología, que se basará en un verdadero análisis del ámbito y de la afectación que ejerce sobre los valores patrimoniales protegidos”.


Defensa do Común y BNG piden la reversión

La plataforma Defensa do Común y la Asociación Veciñal da Cidade Vella convocan una concentración para hoy, a las 12.30 horas, en la confluencia de la calle A Maestranza y en la avenida del Metrosidero, para exigir a Defensa, propietaria de las parcelas, la reversión gratuita de los terrenos al patrimonio municipal para hacer en ellas una zona verde en la que se puedan ver los restos de la muralla de la ciudad. El portavoz del BNG en María Pita, Francisco Jorquera, instó ayer al Gobierno Local a que atienda la demanda vecinal y reconsidere sus planes en relación a los terrenos de la Maestranza, y adelantó que preguntará en el pleno de diciembre sobre esta cuestión. El BNG defiende también la reversión de los terrenos, ya que eran tierras comunales que fueron cedidos al Ministerio de Guerra y que décadas después el Ministerio de Defensa sacó a subasta. “Una vez finalizado su uso con fines militares, lo justo es que sean devueltos a la ciudad de A Coruña”, dijo ayer Jorquera. “Estos terrenos están situados en el ámbito de protección de bienes de interés cultural de alto valor patrimonial, como son el sistema defensivo medieval y barroco de nuestra ciudad. Se trata de defender nuestro patrimonio, también el paisajístico y cultural”, añadió el portavoz del BNG.