La Autoridad Portuaria trabaja con un calendario de fechas claves para sus principales proyectos que sitúa en la próxima primavera la firma del convenio entre la entidad coruñesa, Puertos del Estado, la Xunta y el Ayuntamiento para la venta a las administraciones local y gallega de los muelles de Batería y Calvo Sotelo. Este acuerdo supondrá por un lado el arranque de la transformación urbanística de los terrenos para ponerlos a disposición de los ciudadanos y, por otro, la refinanciación de la deuda de 200 millones de euros contraída por el Puerto con el Estado por la concesión de un préstamo para la construcción del puerto exterior, una amortización que el ente portuario asumirá a partir de 2023.

Esta previsión fue anunciada ayer por el presidente del Puerto, Martín Fernández Prado, al hacer el balance de su primer año al frente del organismo. Explicó que siete administraciones han trabajado en la elaboración del protocolo general de intenciones políticas respecto a los muelles. Para completar este protocolo solo falta que el Concello “consolide las aportaciones” de cada parte para que el texto proponga alternativas a los convenios de 2004 con los que se acordó la construcción y financiación del puerto exterior. A continuación se alcanzarán los acuerdos básicos sobre el pago de los porcentajes de propiedad de cada administración —el 75% del suelo lo comprará el Concello, el 20% la Xunta y el 5% el Puerto— y la definición de usos, tareas que están “muy avanzadas”, según el presidente portuario.

La Autoridad Portuaria, añadió Fernández Prado, ya ha aprobado además el convenio que articulará la conexión ferroviaria a la dársena de punta Langosteira, mientras que las otras tres administraciones y organismos con competencias (Puertos del Estado, Transportes y Concello) lo harán “internamente” en los próximos días. El Puerto espera que en breve se publique en el Boletín Oficial del Estado la autorización de las expropiaciones que precisa la obra del tren y que en enero se firme en la ciudad, con presencia de la ministra Raquel Sánchez, el convenio definitivo, al que se ha llegado tras un total de veinte versiones del texto.

La licitación del proyecto del acceso ferroviario, en cuyos pliegos trabaja Adif, arrancaría en el primer trimestre de 2022 —la primera estimación del Estado apuntaba al verano pasado—, con la previsión de que en septiembre próximo pudieran empezar los primeros trabajos, según los cálculos del ente coruñés. La previsión actual de su finalización es agosto de 2026, plazo que requiere la Unión Europea para los proyectos financiados con fondos Next Generation, una línea de ayudas que aportará 171 millones de euros a la obra del tren.

El traslado de Repsol, previsto para el verano

El presidente del Puerto avanzó que Repsol desarrolla “a muy buen ritmo” sus obras de traslado a punta Langosteira, que consisten en la construcción del poliducto que unirá su nueva terminal marítima en el puerto exterior con la refinería. Cuando empezaron estos trabajos en abril para trasladar parte de su actividad, la empresa no estableció plazos, aunque ayer Martín Fernández Prado calculó que en agosto o septiembre del próximo año “todo el crudo esté operativo” en el puerto exterior, lo que permitirá que el 50% de los tráficos portuarios “ya no entren en Langosteira”. El presidente, que se mostró “muy ilusionado” con su primer año de gestión, señaló que prevé cerrar 2021 con un aumento en los tráficos de graneles y solo un descenso en los de pesca.