La intermodal de A Coruña toma forma, al menos sobre el papel. El diseño de la estación de autobuses está listo y, con él, el del aparcamiento en un nivel inferior. La Xunta promueve estas obras, cuyo proyecto fue aprobado ayer mismo por la administración gallega. Invertirá casi 30 millones de euros y para licitar los trabajos deberá contar con la aprobación del Concello al convenio específico de financiación, que este jueves pasará por el pleno municipal, donde previsiblemente recibirá la luz verde. El concurso arrancaría en las próximas semanas, prevé el Gobierno gallego.
El visto bueno de Infraestruturas e Mobilidade al proyecto constructivo de la estación de buses y del parking supone un paso más en el desarrollo de la intermodal coruñesa, en la que se licitarán también las obras correspondientes a los elementos comunes compartidos con otras administraciones; esta parte costará 10,7 millones de euros que serán financiados en un 80% por Adif, un 10% por la Xunta y otro 10% por el Ayuntamiento.
El dibujo de la nueva estación de autobuses contiene una imagen virtual también de los accesos a la terminal, que competen a la administración local a través de modificaciones en el planeamiento urbanístico e intervenciones en los viales, tanto por un lado en la avenida de A Sardiñeira como en la do Ferrocarril.
Según el proyecto de la Xunta, la terminal de buses se desarrolla en paralelo a la avenida de A Sardiñeira y al trazado ferroviario sobre una parcela de 21.000 metros cuadrados y estará dividida en dos niveles: en el superior estará la estación con el edificio de viajeros y la zona de dársenas, además de la pasarela peatonal de comunicación con la avenida do Ferrocarril; en el inferior, a cota variable, se encontrarán el aparcamiento y la zona de comunicación peatonal con la estación y las dársenas de regulación. De este modo, el acceso peatonal al nuevo edificio de la estación de autobuses se podrá realizar desde la avenida de A Sardiñeira, a través de la pasarela peatonal de conexión con la avenida do Ferrocarril, o desde la terminal ferroviaria y el estacionamiento.
Los buses accederán por un ramal de la glorieta que se prevé construir en la avenida de A Sardiñeira a la que se llegará desde la de Arteixo, desde el cual podrán dirigirse tanto a las dársenas como al parking de regulación en el suroeste.
Para el resto de los vehículos, el acceso al aparcamiento se hará desde la futura rotonda de A Sardiñeira o bien desde la glorieta de la avenida do Ferrocarril a través del túnel que se prevé ejecutar bajo la estación de tren de San Cristóbal.
El edificio de la estación, de 2.500 metros cuadrados, se distribuye en tres alturas. En la planta baja, desde el vestíbulo se accederá a una zona de circulación y espera, con un desarrollo longitudinal alrededor del cual los usuarios podrán encontrar la cafetería, las taquillas, aseos, sala de seguridad, facturación y oficinas privadas. Desde el vestíbulo de esta planta se enlazará mediante escaleras mecánicas o ascensor a otro que conecta con la estación del ferrocarril.
Las dársenas estarán a la misma cota de la planta baja del edificio, de manera que los autobuses y no los viajeros a pie circularán bajo la terminal para entrar y salir. La estación tendrá 20 dársenas y una zona de regulación en el aparcamiento con más de 20 plazas.
El parking subterráneo para los turismos contará con 325 plazas de estacionamiento y otras 44 para vehículos de alquiler, de las cuales un porcentaje se reservará para personas con movilidad reducida, para familias y embarazadas y para coches de carga eléctrica. Se prevé habilitar además plaza para motocicletas.
