La Opinión de A Coruña

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Protección social para la salud mental de la juventud

La asociación Participa colabora con el Concello y Fundación Jove en un programa para prevenir las autolesiones en jóvenes de 18 a 30 años

Un joven cabizbajo se apoya en un cristal. | // FERRÁN NADEU

Aislamiento social, inestabilidad emocional, desesperanza, pensamientos destructivos. Estos factores pueden ser detonantes peligrosos de conductas dañinas para jóvenes con dificultades para mantener relaciones sociales y afectivas satisfactorias. Su riesgo puede conducir a la autolesión. Con el objeto de proteger la integridad y estabilidad de este sector de la población, el Concello a través de la Fundación Emalcsa, la Fundación María José Jove y la Asociación Participa para la Inclusión Social han sellado un convenio de colaboración con el que ponen en marcha un programa dirigido a personas de entre 18 y 30 años con problemas de salud mental que interfieren en su vida personal, familiar y social.

La iniciativa, diseñada por Participa, recibe el nombre de Norte y se trata de un plan de prevención de conductas autolesivas para jóvenes que desarrolla hábitos sanos de cuidado personal con el fin último del bienestar. Su metodología consiste en la creación de un grupo de apoyo social y emocional formado por educadores sociales, expertos en didácticas especiales, psicólogos clínicos y técnicos de integración social que pone en práctica entrenamientos emocionales y promueve hábitos saludables.

Los participantes en el programa, que también coordinará Participa, serán jóvenes de entre 18 y 30 años derivados de entidades o dispositivos sanitarios y sociales que presenten dos o más factores de riesgo leve de carácter personal (pasividad, falta de motivación, inestabilidad emocional, impulsividad) o social (conducta disfuncional, falta de apoyo social, aislamiento). Aunque la organización será flexible, la asociación propone un itinerario de tres meses de sesiones y otros tres de seguimiento.

El plan inicial establece de 35 a 40 plazas anuales y diez más para cubrir necesidades urgentes que pudieran producirse. El formato tiene doce sesiones grupales para cada participante además de las sesiones individuales que precise cada uno. En el trabajo en grupo, entre los expertos y los usuarios identificarán emociones, controlarán impulsos y tratarán de resolver problemas durante las sesiones. De esta tarea, deberían surgir propuestas de ocio saludable para los jóvenes, así como hábitos alimenticios y de higiene encaminados a implantar rutinas de actividad también saludables que consigan atisbos de autolesión. Tras el periodo de seis meses, los usuarios serán derivados a otros recursos normalizados o a servicios sanitarios especializados.

El presupuesto con el que Norte se pone en funcionamiento es de 32.450 euros; la Fundación Emalcsa asume 12.663 euros, mientras que la Fundación María José Jove y Asociación Participa, 9.893 euros cada una. El convenio tiene vigencia inicial hasta el 31 de diciembre de este año.

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