La Opinión de A Coruña

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Los pisos turísticos superan ya a las ofertas de alquiler por la alta demanda de arrendamientos

La ciudad cuenta con 579 viviendas para uso vacacional, cuando los agentes inmobiliarios calculan que solo hay medio millar libres para arriendos tradicionales | Monte Alto es la zona más solicitada y Os Mallos la que menos

Un hombre observa las ofertas de viviendas en una agencia inmobiliaria.

El mercado inmobiliario coruñés muestra una presión tan alta en el segmento del alquiler de viviendas que la oferta es en la actualidad muy reducida. El presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de A Coruña, Herminio Carballido, estima que tan solo existirán medio millar de pisos esperando por un arrendatario. Ese cálculo lleva a que ese volumen de viviendas sea superado ya por el de las de uso turístico, que el primer día de este mes era de 579, según el registro que gestiona la Xunta sobre los alojamientos.

“La fuerte demanda de pisos de alquiler tradicional viene desde el último trimestre del año pasado y sigue aumentando”, advierte Carballido, quien señala que las informaciones que recibe de los profesionales del sector es que hay “mucha escasez de vivienda de alquiler y mucha demanda”.

Monte Alto es, según sus datos, el barrio de la ciudad en el que existe una mayor solicitud por parte de los demandantes de vivienda de alquiler al haberse puesto de moda en los últimos años y pese a los numerosos edificios construidos. El extremo contrario es Os Mallos, ya que no solo no existe demanda para residir en esa parte de la ciudad, sino que incluso quienes viven allí optan por trasladarse a otros barrios, según comenta.

La diferencia en el volumen de pisos en el mercado de alquiler tradicional con relación a las de uso turístico radica en que estas se hallan continuamente en oferta debido a que sus periodos de ocupación son muy reducidos y, debido a que se trata de una modalidad de negocio reciente, se encuentra en fase de expansión y su número no para de crecer en los últimos años. Solo entre diciembre de 2019 y el mismo mes de 2021 el aumento del número de estas viviendas en A Coruña fue del 58,5%, según la estadística del Área de Estudos e Investigación Turismo de Galicia (Aeitg), entidad dependiente de la Xunta.

Carballido pone de relieve que el negocio de las viviendas turísticas es “para aquellos que saben manejarse”, ya que cada vez que quedan vacantes es necesario acudir a ellas para limpiarlas y reponer la ropa de las camas. “Hay quien se dedica a esta actividad porque ya es profesional del sector”, comenta el presidente de los agentes inmobiliarios, quien recuerda que en A Coruña hay actualmente edificios completos dedicados a viviendas turísticas que son explotados por empresas especializadas, y que disponen de personal para llevar a cabo esas tareas.

El alquiler tradicional suma al hecho de que los contratos son habitualmente de larga duración el auge de la demanda que se ha generado desde finales del año pasado. La situación ha llegado al punto de que una inmobiliaria coruñesa especializada en el alquiler se ha visto obligada a cerrar ante la carencia de viviendas que ofrecer a sus clientes, asegura Carballido, quien señala que “se alquila con mucha facilidad, incluso aunque se pida un precio alto” y que, además, “el mercado del alquiler nunca aflojó”.

La escasez de pisos en disposición de ser alquilados en A Coruña se produce a pesar de que muchos propietarios optan por esta actividad como fórmula para aumentar sus ingresos ante la falta de rentabilidad de los depósitos bancarios. “El dinero no renta nada, mientras que con la vivienda se puede obtener entre un 4% y 5%, e incluso hasta un 6% de renta inmobiliaria”, destaca el presidente del colegio, quien considera que se trata de una rentabilidad alta y que se consigue especialmente con los pisos más caros y que están mejor equipados.

Pero ni siquiera esta apuesta de los propietarios por el alquiler es capaz de satisfacer la demanda existente, fenómeno que Carballido achaca a que un amplio número de personas se decantan en la actualidad por el alquiler frente a la compra como vía para acceder a una vivienda, comportamiento que favorece la mayor movilidad geográfica que existe en el mercado laboral en los últimos tiempos. “El mercado de la compraventa tampoco está flojo, en A Coruña, pero no es tan activo como el del alquiler”, indica este especialista en el sector.

Uno de los factores que influyen en este negocio es la demanda de los estudiantes universitarios, ya que los meses previos al inicio de cada curso se produce un “desmadre”, según Carballido, debido a las peticiones de los alumnos, que se ven obligados a compartir pisos entre varios ante la inexistencia de una oferta suficiente para todos.

Los datos del Observatorio da Vivenda de Galicia, revelan que A Coruña es la localidad con una mayor actividad en el mercado del alquiler. El número de fianzas depositadas durante 2021 fue de 6.205, por encima de las 5.532 de Vigo, a pesar de que posee una mayor población. También supera ampliamente a Santiago, que contabilizó 2.761 fianzas, pese al boyante mercado de alquiler que genera en esa ciudad el alumnado de su Universidad.

Esta situación se repite desde 2014, según las estadísticas del Observatorio, que reflejan un crecimiento continuo en el número de alquileres formalizados en A Coruña, solo interrumpido en 2020 a causa del inicio de la pandemia y siempre encabezando la clasificación gallega de este mercado. La alta demanda no se traduce sin embargo en el liderazgo coruñés en cuanto al precio medio de los alquileres, ya que el año pasado fue de 533 euros, cuando en Vigo llegó a los 536,4. Ambas ciudades superan ligeramente a Pontevedra, cuyo precio medio fue de 506,4 euros, muy por encima del resto de urbes gallegas.

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