La Opinión de A Coruña

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El plan del Barrio de las Flores propone quitar los montacargas y habitar locales de los corredores

Plantea poner viviendas prefabricadas en las azoteas de algunos edificios. Apuesta por reducir el tráfico en el centro del barrio, calmarlo en el exterior y crear dos aparcamientos subterráneos para ganar espacio público

Uno de los montacargas, adosado a uno de los edificios del Barrio de las Flores. Carlos Pardellas

El Plan de Acción para configurar el Plan Director de Rehabilitación Integral del Barrio de las Flores recoge propuestas para darle una nueva vida a la zona y a las personas que la habitan. El proyecto, que está redactado por las compañías Territori XLM y BCQ Arquitectura Barcelona, cuenta con la participación de los vecinos y vecinas del barrio, propone mejoras tanto en el espacio público como en las viviendas para que el Barrio de las Flores pueda, con inversión y planificación, atraer a más residentes y comerciantes, al fin y al cabo, para dinamizarlo y conseguir que esté más integrado en la ciudad.

El proyecto cuenta con ocho objetivos estratégicos, para los que propone actuaciones concretas que faciliten su consecución. En este punto de la redacción del plan, las propuestas no están presupuestadas, pero sí que se apuntan soluciones que tienen un coste bajo y otros de coste alto para ir avanzando hacia el objetivo de revitalizar el barrio. El plan fue redactado ya en tiempos de pandemia, así que, algunas de las propuestas que pone sobre la mesa inciden en la necesidad de recuperar espacios para el ocio y el esparcimiento, sobre todo para todas aquellas personas que tienen una vivienda pequeña y también para las que tienen problemas de movilidad.

.Vivienda. Más terrazas y casas prefabricadas. Atacar las deficiencias de los hogares del Barrio de las Flores es uno de los objetivos que persigue el plan director y, para conseguirlo, este documento de acción propone eliminar los peldaños y las escaleras de acceso a la planta baja de las viviendas plurifamiliares para sustituirlos por rampas o por otras soluciones “no mecánicas” y también por la instalación de ascensores. Estas soluciones no podrán aplicarse en la Unidad Vecinal 3, la diseñada por José Antonio Corrales, porque es un núcleo protegido, por lo que, para intervenir en él se necesita un proyecto especial. Sí que sería de aplicación en los bloques 3, 6, 11, 16, 20, 24, 48 y 55. Los redactores del plan hacen hincapié en la necesidad de mejorar la accesibilidad ya que el 91% de las comunidades de vecinos no son accesibles.

En este punto, el plan se centra también en la necesidad de realizar un estudio pormenorizado del estado de los elementos estructurales de los edificios para que sean rehabilitados optando a subvenciones. Las cubiertas de los edificios cobran protagonismo en esta nueva etapa del Barrio de las Flores, ya que el plan de actuación propone adaptar estos espacios para transformarlos en “terrazas de uso comunitario” para que los edificios ganen en espacios exteriores, no solo para que los vecinos puedan pasear sino para que puedan instalar huertos comunitarios y jardines compartidos.

Coches aparcados, ayer, en el Barrio de las Flores. Carlos Pardellas

Para mejorar la disposición actual de las viviendas y facilitar la relación de sus habitantes con el exterior, se propone dotarlas de espacios como balcones o galerías”, reza el documento. Estas estructuras, que serían industriales y de bajo coste, están pensadas para ser colocadas en las fachadas de los bloques orientados hacia el sur. Estas galerías comunitarias ofrecen, además, otra solución para mejorar la accesibilidad, ya que podrían conectar los inmuebles con la calle a través de ascensores. Otro de los beneficios de esta solución, según apunta el estudio, es que funcionarían como “nueva piel térmica del edificio”, algo que mejoraría su eficiencia energética.

Para paliar el aislamiento que sufren las personas mayores o con movilidad reducida del barrio, al no poder salir a la calle con facilidad, el proyecto plantea la opción de adaptar los locales que hay en los corredores y que actualmente carecen de uso, para convertirlos en viviendas asistidas para personas mayores que, por su situación, tienen acceso directo a la calle, una circunstancia que favorecería directamente la independencia de sus habitantes. Para poder avanzar en esta idea, incluso para dotar a la zona de más servicios o para que los inquilinos sean jóvenes con dificultades para acceder a una vivienda, los redactores proponen que el Concello cree una bolsa de locales vacíos en el barrio.

Otra de las ideas que incluye el documento para dar solución a todos los jóvenes que quieren instalarse en el barrio y no pueden hacerlo es la puesta en marcha de viviendas-taller, no solo aprovechando los locales vacíos de los corredores sino también las casas de dos alturas que se encuentran en la parte este del barrio, ya que podrían tener un local comercial o taller en la planta baja y la parte residencial, arriba. En esta línea está también la propuesta de retirar los antiguos montacargas de los bloques lineales que, actualmente se encuentran en desuso, para liberar este espacio y ganar unos metros de suelo público en los laterales del edificio para uso peatonal y, a su vez, poder aprovechar el espacio en altura para crear nuevas viviendas prefabricadas, de rápida ejecución y de bajo coste, “para compensar los gastos derivados de las mejoras y el mantenimiento de los edificios existentes”. Estas viviendas en altura están pensadas para población joven.

. Eficiencia energética: cambiar los contenedores y poner placas solares. Mejorar la eficiencia energética de las viviendas y, en consecuencia, reducir los recibos de los vecinos es otro de los objetivos que se plantea el plan el acción del Barrio de las Flores. Antes de aplicar soluciones concretas, los redactores del plan inciden en la necesidad de hacer un estudio pormenorizado de los sistemas de las viviendas, tanto de calefacción, como de agua caliente y de refrigeración para conocer su estado actual. Propone también que se integre el Barrio de las Flores en el proyecto Ecobarrio de Elviña, que cuenta con el apoyo del Instituto Tecnológico de Galicia (ITG).

En total, en el Barrio de las Flores hay 31.000 metros cuadrados en las cubiertas de los edificios que podrían usarse para instalar paneles solares —de ellos, 24.000 metros cuadrados pertenecen a edificios y 7.000 metros cuadrados a viviendas unifamiliares—, también hay 9.000 metros cuadrados de cubiertas en los equipamientos del barrio, que podrían utilizarse para el mismo fin y, con esto, mejorar la eficiencia energética.

El análisis realizado en el barrio sobre la iluminación concluye que está infrailuminado, de modo que la propuesta, a falta de un estudio pormenorizado, aboga por cambiar las luminarias por unas de bajo consumo y también por instalar detectores de presencia para hacer del barrio un lugar más cómodo y seguro incluso por la noche. El plan señala que los puntos de luz están anclados en las fachadas a la altura del tercer o cuarto piso y que eso afecta al descanso de los residentes en esas viviendas, algo que urge a solucionar. Otra de las medidas que propone el proyecto es cambiar los contenedores para facilitar que no haya residuos en la calle.

.Pasillos mecánicos y ascensores para salvar 2.677 peldaños. El proyecto apuesta por mejorar la accesibilidad, siempre que sea posible, con métodos no mecanizados, aunque también incluye en sus propuestas escaleras y pasillos mecánicos y elevadores en la calle. El Barrio de las Flores cuenta con 285 tramos de escaleras y solo 22 rampas con 2.677 peldaños. Esta configuración implica que solo el 19% de los edificios sean accesibles. Los redactores del plan abogan también por sustituir los pavimentos con deficiencias y que el resultado sea “homogéneo” y también identificable en relación con las otras zonas de la ciudad. Con el objetivo de que el Barrio de las Flores se integre en la ciudad, el plan de acción propone mejorar las rutas peatonales del perímetro y que confluyen en el barrio y también, mejorar los recorridos dentro del propio barrio. Por ejemplo, conectar las Unidades Vecinales 1 y 2 y ampliar la conexión de los bloques de las unidades 4 y 5, así como la restitución de la planta baja libre del local de Cáritas, y la retirada de los montacargas de las unidades 1 y 2 para ganar espacio público. En este punto, los redactores del plan apuestan por reordenar y ampliar el mobiliario urbano, incluyendo equipamientos deportivos, áreas de juego inclusivas y zonas de descanso, en especial, para la personas con movilidad reducida. No se olvidan tampoco de las bicicletas y consideran necesaria la instalación de estaciones de Bicicoruña en el barrio.

Y, obviamente, abordan el tráfico rodado. En el Barrio de las Flores hay 1.021 plazas de aparcamiento, de las que 817 están en superficie y muchas de ellas, en espacios no reglados, una condición que, si bien facilita la vida a los conductores, choca de frente con la idea de recuperar espacio para los peatones y de generar vida social más allá de las viviendas. La primera propuesta para dar respuesta a estos dos intereses es cambiar el modelo de gestión del aparcamiento subterráneo que está frente la iglesia y el polideportivo, para que se pueda usar por horas y no solo previo pago del alquiler. en superficie, la gran plaza que ahora se dedica a aparcamiento se convertiría en un “ágora”, en el que se reunirían los vecinos y que daría acceso a los equipamientos del barrio. El plan propone también la construcción de dos aparcamientos subterráneos, uno en la zona de la plaza de los Fresnos, que es la entrada al barrio por el noroeste y, el otro, en la calle Pensamientos, que es el acceso por el suroeste.

.Más comercio para dar más vida al barrio. Lo que actualmente es un drama en el barrio, las persianas bajadas de los locales comerciales —en 2021 solo había 28 negocios abiertos— se convierte en una oportunidad en este plan para poder poner en marcha nuevos negocios, también el espacio ganado a los coches entre la iglesia y el polideportivo se propone como lugar de celebración de un mercadillo al aire libre, que una vez al mes atraiga a vecinos de otros lugares al Barrio de las Flores. El plan propone también que las asociaciones —16 con sede en el barrio— puedan contar con locales municipales que, actualmente, están vacíos para sus actividades. Como de atracción también proponen intervenciones artísticas en las medianeras incluso aprovecharlas para hacer cubiertas vegetales, con el doble objetivo de mejorar su estética y la eficiencia energética.

.Estar en la calle para vivir mejor. El 70% del Barrio de las Flores es espacio público, aunque actualmente solo el 7% tiene una función social, para revertir eso, el plan propone actividades compartidas, como la horticultura o la jardinería. Para generar más interacción y servicios públicos, los redactores del plan apuntan a los locales vacíos de la iglesia, para cubrir las necesidades del barrio. Otra de las ideas es que el Concello promueva y haga actividades informativas con el objetivo de que los jóvenes puedan mudarse a este barrio y emprender sus proyectos de vida allí, con sus talleres o cooperativas.

.Menos coches, más espacio para todo lo demás. El plan de acción propone reducir el acceso al centro del barrio con el coche y también calmarlo en el perímetro con la reducción de carriles y de la velocidad en la avenida de Monelos, en Salvador de Madariaga y en la ronda Camilo José Cela. Otra de las oportunidades de mejorar la movilidad está en el oleoducto, que podría ser un gran corredor verde con carril bici. El plan urge también a hacer un estudio del estado de los árboles, después de la caída de uno de grandes dimensiones en octubre de 2021.

.Conocer la historia para valorar el presente. Otra de las líneas de actuación radica en rehabilitar la Unidad Vecinal 3, utilizando soluciones originales para que se convierta en referente de la renovación energética patrimonial. Además, el Barrio de las Flores cuenta con otro atractivo: formar parte del recorrido del Camino Inglés, una oportunidad que los redactores defienden que no se puede dejar de explotar. Apuntan también a la necesidad de estrechar lazos con todas las instituciones que puedan servir de impulsor del barrio, como la Universidade da Coruña.

.Un espacio para hacerlo todo realidad. Para poner en marcha todos estos proyectos, los redactores del plan consideran necesaria la creación de una oficina física en la que poder desarrollar las actividades de participación del plan director del barrio y, de este modo, mejorar la participación de los vecinos en este proyecto compartido que, según los redactores, tiene que definir el barrio para los próximos cincuenta años.

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